El Banco de España defiende la línea seguida por el Gobierno en la respuesta a los primeros meses de la crisis. “La primera fase exigía una respuesta contundente”, ha señalado este jueves el gobernador, Pablo Hernández de Cos, en el Consejo Económico y Social. Pero ahora se entra en una segunda fase y es el momento de ser más selectivo. “Hay que mantener las ayudas y también permitir a la economía que haga sus ajustes estructurales”. “No tiene sentido que mantengamos sectores o empresas zombis durante mucho tiempo”, ha señalado. Lo mismo ha venido a decir del empleo y la flexibilidad para que las empresas se adapten, lo que viene a ser una defensa de la reforma laboral de 2012.Al lado del Gobernador, mientras pronunciaba su discurso, estaba sentada la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, principal defensora en el Ejecutivo de la derogación de la reforma aprobada hace ocho años por el PP. Pero ella, en sus palabras, no se ha referido a este asunto en ningún momento. Sí, en cambio, ha dicho que es el momento de evitar “incertidumbres añadidas”, hablando sobre la continuidad de los ERTE más allá del 30 de septiembre. “No tendría sentido dejar caer el sistema si fuera necesario”, ha asegurado dejando clara su disposición a prolongarlos más allá de esa fecha. Aunque esta decisión dependerá también de las negociaciones que se den en la comisión tripartita de seguimiento de los ERTE. Para Hernández de Cos, es el momento de hacer reformas. Entre ellas ha citado varias, una ya clásica, como la agilización de los mecanismos de reestructuración de las deudas empresariales, los llamados concursos y quiebras. Pero también ha citado las reformas estructurales ya necesarias antes de la crisis de la covid-19 y que ahora son “más urgentes”. Y ahí ha mencionado las que impulsen la productividad, una de las asignaturas pendientes de la economía española.“Para ello sería necesario mejorar la cantidad y la calidad de la inversión pública y privada en capital humano y tecnológico, revisar el modelo educativo y favorecer el crecimiento y el dinamismo empresariales”, ha apuntado el gobernador. Y, posteriormente, ha vuelto a pedir una reforma para reducir “la dualidad del mercado de trabajo en España”. “Los mecanismos de protección del empleo deberían ser revisados bajo el prisma de compatibilizar la protección de los trabajadores con las necesidades de flexibilidad, pero, sobre todo, con el objetivo de alcanzar un reparto más equitativo de la protección entre los trabajadores con diferentes modalidades contractuales”, ha añadido Hernández de Cos.Este planteamiento es habitual en el Banco de España, que suele defender la equiparación de la indemnización por despido en los contratos indefinidos con la compensación por fin de un contrato temporal como forma de reequilibrio. Y esto se traduce en una rebaja de la indemnización de los fijos y el aumento en los temporales. También ha reclamado el gobernador “la mejora de las políticas activas de empleo” como una forma de trasladar mano de obra de esos “sectores y empresas zombis” a otros con futuro. En su opinión, deben ser “convenientemente rediseñadas para potenciar su eficacia y eficiencia”.Por su parte, la ministra de Trabajo, ha anunciado que este mismo jueves se ha celebrado la primera reunión de una mesa de diálogo social para abordar el rediseño de la protección por el desempleo. Después de recordar que durante estos meses las prestaciones de los ERTE han alcanzado a más de tres millones de personas y que se ha facilitado su acceso a trabajadores que no habían cotizado suficiente, Díaz ha señalado que el objetivo de esta mesa es abordar la situación de los parados que no se han visto afectados directamente durante estos meses por la covid-19, pero que sí están agotando sus prestaciones y no pueden encontrar un empleo.Sobre los ERTE, Díaz también ha añadido que la evolución está siendo positiva porque ya han salido de esta situación la mayor parte de trabajadores afectados. Ahora habría, según los datos que ella misma ha facilitado, en torno a un millón, cuando a finales de abril y comienzos de mayo llegó a haber 3,4 millones de personas en situación de despido temporal.
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