Felipe Reyes renueva con el Madrid hasta los 41 años

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Felipe Reyes, junto al pabellón de baloncesto de Valdebebas. Álvaro GarcíaEl 9 de agosto de 2004, apenas una semana antes del comienzo de los Juegos de Atenas, Felipe Reyes se presentó como nuevo jugador del Real Madrid sin imaginar el infinito recorrido de aquel vínculo. “Voy a darlo todo por este club y voy a dejarme la piel en todos los partidos porque no quiero defraudar a nadie. Han hecho un esfuerzo muy grande y no quiero decepcionarles”, recalcó el pívot cordobés, de 2,04m y 24 años, en la sala de prensa del Santiago Bernabéu, acompañado por Lolo Sainz, entonces director deportivo de la sección. Su fichaje parecía un acierto indiscutible, pero resultó ser un jugador de época. Indeleble como el escudo, Felipe renovó este viernes su contrato por una temporada más, hasta 2021, cuando cumplirá 41 años y 17 temporadas como madridista. Una cifra con la que supera los 16 cursos de blanco que alcanzaron Wayne Brabender y Clifford Luyk, iguala las 17 campañas de Juan Antonio Corbalán y Fernando Romay y se queda a solo una de las 18 de Rafael Rullán. Ninguno de los históricos de la lista aguantó hasta los 38 años. Solo el pionero Juan Castellví (Filipinas, 1895), que participó en la fundación del baloncesto madridista en 1931 y permaneció en la sección hasta 1934, llegó a vestir de blanco con 39 años. Felipe cumplió los 40 el 16 de marzo y se ha convertido en un prodigio competitivo que bate plusmarcas con la misma facilidad con la que abraza rebotes.MÁS INFORMACIÓN“Cuando me paro a pensar en el tiempo que llevo jugando al baloncesto y en jugar con 40 años en un club tan exigente y tan grande como el Real Madrid siento un orgullo muy grande. Eso me motiva para seguir trabajando y luchando para ayudar al equipo en todo lo que pueda. Superar a grandísimos jugadores como Luyk o Brabender, que han sido tan importantes, me anima a seguir compitiendo al máximo nivel”, expresó Felipe en los medios del club tras anunciarse su renovación. “El secreto es amar el baloncesto. Desde que comencé a jugar con 10 años siempre ha sido mi pasión y lo sigue siendo. Estoy muy contento y con ganas de seguir dejándome la piel en cada entrenamiento y en cada partido”, señaló cuando le preguntaron por la fórmula de la eterna juventud.Felipe, el jugador con más partidos en la historia de liga española (809) y de la Euroliga (352), acaba de cerrar su 22 temporada en la élite y ha conquistado 23 títulos (7 Ligas, 7 Copas, 5 Supercopas, 2 Euroligas, 1 Eurocup y 1 Intercontinental), 22 con el Madrid. El primero fue la Copa de 2000, con el Estudiantes, el último, hasta la fecha, la pasada Copa de Málaga. “Estoy muy contento de seguir luchando por los títulos, de seguir jugando finales y dejando al Madrid en lo más alto”, contó entonces el capitán madridista tras recibir la ovación del Martín Carpena. Sonó a despedida, pero el maratoniano sigue su carrera. Canterano del Ramiro de Maeztu, Felipe debutó en la ACB el 4 de octubre de 1998 en un TAU-Estudiantes en mitad de los oros del Europeo sub-18 de Varna y del Mundial sub-19 de Lisboa, las dos medallas que cambiaron el rumbo del baloncesto español. El bronce en los Juegos de Río 2016 fue el último servicio de uno de los eternos júniors de oro. La última de sus 10 medallas con España (con tres oros europeos en 2009, 2011 y 2015 y un oro mundial en 2006; y dos platas olímpicas en 2008 y 2012, como sus grandes conquistas), solo superadas por las 11 de Pau Gasol.“Muchos piensan que lo mío es todo cuestión de huevos, pero hay que tener talento. He conocido a jugadores con muchos huevos que nunca han tenido talento para rebotear o para meter las canastas que meto yo”, se defendía por enésima vez en una entrevista con EL PAÍS antes de levantar la Décima en Belgrado. Esta temporada, hasta el parón del 12 de marzo, Felipe había disputado 11 de los 23 partidos de Liga, a una media de 4,6 puntos y 3 rebotes en 9m 44s en pista. En la Euroliga participó en 7 de los 28 partidos, con 3,4 puntos y 1,6 rebotes en 7m 57s de media. El eterno capitán es, de calle, el jugador que ha disputado más partidos en la historia del Madrid de baloncesto, 1.029 partidos hasta la fecha: 608 de Liga, 340 de Euroliga, 41 de Copa del Rey, 22 de la Supercopa, 16 de la ULEB y 2 de la Copa Intercontinental. La leyenda continúa.Entre el futuro y el último baileEn su vocación de estabilidad, el Real Madrid de Laso diseñó el pasado verano un proyecto cimentado en torno a su pareja clave: Campazzo-Tavares. Tras conquistar la pasada Liga en el Palau, el conjunto blanco firmó las renovaciones de sus dos jugadores estratégicos hasta 2024, circunstancia que no aplacó la insistente amenaza de la NBA, empeñada en llevarse a Campazzo. A ellos se les sumó el cemento de Taylor y Causeur, cuyo compromiso se extendió hasta 2022. Pero quedaba por resolver el compromiso con la historia, con el núcleo que ha protagonizado la tercera edad de oro del club tras las vividas con Pedro Ferrándiz y Lolo Sainz al frente del banquillo. El 29 de agosto, el propio Laso amplió su contrato hasta 2021, su cuarta renovación en 9 temporadas para completar una década. Meses después, el 20 de diciembre, Randolph firmó hasta 2023. Y, ya en 2020, llegó el turno para los clásicos. El 17 de enero, Rudy Fernández prolongó su vinculación hasta 2022. Hace una semana Jaycee Carroll se concedió un último baile de blanco también hasta 2021. Y, este jueves, Felipe Reyes se hizo aún más eterno en la enciclopedia madridista. Carlos Alocén y Alberto Abalde llegan para dar continuidad y relevo a esa base de jugadores nacionales sobre las que el Madrid ha construido un recorrido memorable de 19 títulos en 9 años.


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