El seísmo se ha detenido y es hora de evaluar la situación, a la espera de que no haya más réplicas. La noticia de la suspensión de la final del playoff de ascenso a Segunda B entre el Portugalete y el Sestao River debido al positivo por coronavirus de la novia de un jugador jarrillero fue una sacudida que removió el fútbol modesto vizcaíno.
Todo el personal del Portugalete se está sometiendo a lo largo de la tarde de hoy al test PCR para comprobar si el Covid-19 ha entrado en la entidad de La Florida. Tanto la Federación Española de Fútbol como Osakidetza han movido el asunto y han citado en el hospital de Cruces a todos los futbolistas, incluyendo a los juveniles que han trabajado con el primer equipo, a los técnicos, a los directivos más cercanos a la plantilla e incluso a la persona encargada del mantenimiento del terreno de juego.
El futbolista en cuestión ha sido requerido en la mañana de hoy también para someterse a las pertinentes pruebas. En su caso por mantener un contacto directo con una persona infectada. La previsión apunta a que todos ellos recibirán los resultados en la matinal del lunes. Entonces podrán extraerse conclusiones. Por el momento, ningún miembro del Portugalete ha evidenciado síntomas de la enfermedad.
Una vez dispongan de los resultados se abrirá la puerta del plano deportivo. Si todos dieran negativo, tanto la Federación Española como la Vasca se pondrían en marcha para buscar una fecha lo antes posible al encuentro entre el Portugalete y el Sestao River para dar por cerrado este playoff de ascenso y poder iniciar la fase adicional para los campeones de grupo de Tercera que no hayan subido en primera instancia.
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