PORTLAND – La gobernadora de Oregon, Kate Brown, dijo este miércoles que los agentes federales que han protagonizado durante semanas violentos enfrentamientos con manifestantes en Portland serán retirados “por fases”.
El retiro de la policía federal comenzaría a partir de este jueves en el downtown de Portland, dijo Brown.
Por su parte, el presidente Donald Trump dijo este miércoles que las tropas federales no dejarían Portland hasta que las autoridades locales “aseguren la ciudad”.
Mientras tanto, agentes rociaron otra vez gas lacrimógeno para dispersar a los manifestantes la mañana de este miércoles en las calles de Portland con fuertes estallidos retumbando en el aire.
Apenas un día antes, el Servicio de Alguaciles Federales y el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) sopesaban si enviar más agentes.
Los alguaciles tomaban medidas para identificar hasta 100 personas adicionales que podrían ir al estado en caso de que fuera necesario para relevar o apoyar a los agentes que trabajan en Oregon, dijo Drew Wade, portavoz de la dependencia.
El alcalde había bajado de un escenario y se encontraba hablando con los manifestantes cuando los agentes lanzaron los botes.
El DHS consideraba una medida similar con los agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza.
Trump no dejó de criticar a las autoridades locales por su manejo de las protestas que comenzaron luego de la muerte de George Floyd a manos de la policía de Minneapolis y que han crecido hasta incluir la presencia de agentes federales en Portland y otras ciudades gobernadas por demócratas.
Las protestas nocturnas a menudo se tornan violentas debido a que los manifestantes atacan el tribunal federal de la ciudad con rocas, pirotecnia y apuntadores láser y los agentes federales responden con gas lacrimógeno, municiones menos letales y arrestos.