SEATTLE. — Una orca de nombre Tahlequah, que generó preocupación en todo el mundo cuando acarreó a su cría muerta durante 17 días y más de 1,000 millas hace casi dos años, está preñada, informaron científicos.
John Durban, científico senior de Southall Environmental Associates, y Holly Fearnbach, directora de investigación de mamíferos marinos para el organismo sin fines de lucro SR3, concluyeron recientemente de grabar imágenes captadas con drones de las ballenas residentes —o costeras— sureñas en peligro de extinción, y descubrieron embarazos en los grupos J, K y L, reportó el periódico The Seattle Times.
Los embarazos no son inusuales, pero el de Tahlequah conlleva un significado especial para una región que se sufrió con ella la muerte de su cría.
Las residentes sureñas frecuentan el estrecho de Puget, pasan apuros para sobrevivir, y la mayoría de sus embarazos son infructuosos. La cría de Tahlequah fue la primera entre las ballenas en tres años. Desde entonces las residentes del sur han tenido otras dos crías, en el grupo J y en el L. Ambas aún viven.
Actualmente se tienen registradas 72 orcas residentes del sur.
Aproximadamente dos terceras partes de todos los embarazos de las residentes del sur se pierden, según halló el investigador Sam Wasser del Centro para la Biología de Conservación de la Universidad de Washington. El estrés generado por el hambre debido a la falta de salmón está vinculado a los pobres resultados reproductivos de las ballenas, indicó en su investigación.
Varias de las ballenas jóvenes en los grupos también se ven flacas, señaló Fearnbach. “Hay ballenas estresadas allí afuera, críticamente estresadas”, manifestó.
Las personas en botes deberían respetar el espacio de las ballenas y darles la tranquilidad que necesitan, indicaron Fearnbach y Durban. Estos cetáceos utilizan el sonido para cazar, y el ruido de los botes y el que generan los navíos bajo el agua es una de las tres principales amenazas a su supervivencia, además de la falta de salmón adecuado y la contaminación.