Desesperación en un hospital: doce bebés están al borde de la muerte por falta de oxígeno

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LA PAZ, Bolivia – Una docena de neonatos espera la llegada de oxígeno a un hospital de La Paz, mientras el tiempo se agota ante la desesperación de quienes los mantienen con vida.

“En el momento que les quiten el oxígeno de imprevisto, se mueren”, dijo este lunes con la voz entrecortada el doctor Luis Bedregal, neonatólogo del Hospital de la Mujer, a un grupo de periodistas en una visita a este centro.

Los doce bebés en terapia intensiva descansan en las incubadoras mientras varias enfermeras controlan los equipos médicos que los ayudan a mantener sus vidas recién estrenadas.

La unidad de recién nacidos está preparada para 24 bebés, pero ya tienen 29 y los hospitales que les podían apoyar están colapsados.

La desesperación se palpa en sus palabras mientras este médico se pregunta qué dirá a los padres si un bebé fallece por falta de este oxígeno medicinal.

Él no firmará el certificado de defunción, sino que llamará a un forense, “porque esto es un asesinato”, aseveró.

La falta de suministro se atribuye a unas protestas sociales que mantienen cortadas carreteras desde hace más de una semana, ante lo que el Gobierno interino decidió organizar su transporte por avión y con convoyes militares por carretera para que lo distribuyan por el país.

“Es mentira” que antes de estos bloqueos hubiera escasez, subrayó el doctor, porque los centros sanitarios trabajan en un sistema en red que comparte este elemento medicinal e incluso algunos lo generan ellos mismos, pero necesitan como base que les llegue el oxígeno líquido.

La demanda ahora es el triple, en centros de salud y para pacientes en domicilios, a riesgo de que se genere incluso especulación.

“VAN A MORIR EN NUESTRAS MANOS”

Bedregal insistió en lo que denuncian muchos trabajadores sanitarios en Bolivia, que están trabajando por encima de su capacidad, con centros de salud saturados y mucho menos personal, pues entre estos trabajadores el riesgo de contagio es tres veces mayor y muchos contrajeron la COVID-19.

Sin embargo, todos los que pueden, siguen “al pie del cañón”, aunque sea como en este caso gracias a balones de oxígeno que algunas personas han donado.

“Estamos muy limitados”, sentenció, “se van a morir en nuestras manos, no vamos a poder hacer nada”.

Se estima que 4,000 bebés mueren al año en EEUU por esta problemática que afecta en su mayoría a menores hispanos.

El tanque de oxígeno a la entrada del hospital marca cero, indicó por su parte el director del centro, el doctor Yuri Pérez, señalando un medidor.

Los tubos de reserva a su lado dan para poco ya, pero las cisternas que los recargan no sabe cuándo podrán sortear los bloqueos, lamentó Pérez.

Además de los recién nacidos, el oxígeno es vital en otras unidades como terapia intensiva y “la demanda por todos lados está creciendo”, advirtió el director.

Según el preocupante reporte, más de 80 menores de 2 años se han contagiado de coronavirus en un mismo condado de Texas.

El hospital está lleno, como muchos en Bolivia por el aumento de enfermos debido a la pandemia de la COVID-19, pero con menos personal, pues bastantes compañeros contrajeron el nuevo coronavirus.

Los bloqueos se prolongan desde la pasada semana por colectivos que exigen que las elecciones no se vuelvan a retrasar, como ya pasó en mayo, ahora de septiembre a octubre.

El Gobierno interino denuncia ante la Fiscalía y la comunidad internacional lo que considera un atentado a la salud, mientras que los bloqueadores niegan que impidan el paso de personal e insumos sanitarios.


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