El pasado sábado, Donald Trump firmó cuatro órdenes ejecutivas para estimular la economía, tras el colapso de las negociaciones entre republicanos y demócratas en el Congreso.
Una de ellas amplía el programa de ayudas adicionales por desempleo, que expiró recientemente y que consistía en la entrega de $600 dólares semanales extra a los desempleados.
Trump anunció que se pasaría de $600 a $400 dólares por esa ayuda, y que requería que los estados asumieran el 25% del monto, es decir $100 semanales.
Pero este lunes la Casa Blanca dijo que el beneficio federal por desempleo se reduciría a $300. Después de decir inicialmente que los estadounidenses podían esperar un cheque de $400, el 75% de los cuales provendría del gobierno federal y el 25% de los estados, los altos funcionarios de la administración ahora dicen que en muchos casos los beneficiarios podrían solo recibir $300, además de los pagos regulares por desempleo que reciben de su estado.
La obligación de los estados de pagar ese 25% ya no está contemplada.
Carlos Curbelo, analista político, explica que lo que pasó es que muchos estados, “incluyendo la Florida, California y otros, se quejaron y dijeron que no tenían fondos. Por eso ahora el gobierno federal dijo que no le iba a exigir esos $100 a los estados”.
Según la contabilidad que está utilizando la Casa Blanca, los estados pueden contar el dinero que se paga actualmente a través de su programa regular de seguro de desempleo como la contribución del 25% que los estados deben hacer para calificar para los recursos federales, dijo un alto funcionario de la administración.
Este hispano dice que el estrés por no recibir los pagos del seguro por desempleo le causaron parálisis facial.
Cuando el fin de semana el presidente Trump firmo su alivio económico, la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi dijo que era inconstitucional, porque el Congreso es el único que puede decir cómo se gasta el dinero federal.
Curbelo asegura que por el momento los demócratas no han ido a la corte. “No creo que tengan apuro porque parecería que están opuestos a esta ayuda”, señala el analista.
La propuesta de la Casa Blanca es por ahora la única firme que está sobre la mesa, a no ser que se logre un avance en el Congreso.
“Tarde o temprano, demócratas y republicanos se van a poner de acuerdo, ¿por qué? porque nos estamos acercando a las elecciones”, estima Curbelo.
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