Los familiares esperan este domingo con angustia la entrega de los cuerpos de sus seres queridos fallecidos en el atentado del viernes en dos mezquitas de Nueva Zelanda, cuyo balance mortal alcanza ya el medio centenar.
“Los cuerpos van a comenzar a ser entregados al final de la tarde. Será un pequeño número”, dijo la primera ministra, Jacinda Ardern, que mostró su confianza en poder culminar esta entrega el próximo miércoles.
Las autoridades neozelandesas se enfrentan a las demandas de familiares y representantes de la comunidad musulmana que les apremian para poder dar sepultura a los fallecidos de acuerdo con su religión, que establece un plazo de 24 horas para enterrar a los fallecidos.
Tanto el gobierno como la policía han mostrado su comprensión y reiterado su interés en satisfacer esta demanda pero pidieron paciencia para que los forenses concluyan la identificación de los cadáveres.
La jefa de los forenses, Deborah Marshall, dijo que la identificación de víctimas comenzó por la mañana y que espera que al final de la jornada puedan entregarse los primeros cadáveres mientras aseguró que su equipo trabaja “tan rápido como puede” siguiendo los estándares internacionales.
“No hay nada peor que dar el cuerpo equivocado a los familiares, que es lo que ocurre cuando se va con prisas”, dijo Marshall.
A la espera para recibir los restos mortales de seres queridos se añade la de confirmar la identidad de las víctimas, cuyos nombres y fotografías comienzan a difundirse poco a poco en la prensa local, entre ellos, el de Mucad Ibrahim, de 3 años, o el de Abdullahi Dirie, de 4, el benjamín de una familia de refugiados somalíes.
La policía indicó que todos los cadáveres ya han sido retirados de las mezquitas, una operación durante la cual se encontró otra víctima, que elevó el balance de muertos a 50.
Lo confirmó el sábado el comisionado de la Policía, Mike Bush, quien añadió que de los 50 heridos, 36 siguen hospitalizados, 12 de ellos en la unidad de cuidados intensivos.
El jefe policial evitó confirmar si el atentado fue cometido por una sola persona, el australiano Brenton Tarrant, de 28 años, a quien el juez imputó el sábado un cargo de asesinato y decretó prisión provisional.
“Hasta la fecha solo una persona ha sido acusada en relación a los ataques. No diré nada concluyente hasta que estemos absolutamente convencidos de que no hay nadie más implicado”, dijo Bush.
Sobre el autor de la masacre, Ardern dijo que se encuentra en una celda de máxima seguridad a la espera de comparecer de nuevo ante el juez el 5 de abril y que será procesado en Nueva Zelanda antes de ser deportado.
“Afrontará la justicia en Nueva Zelanda por el ataque terrorista que ha cometido aquí”, aclaró Ardern que confirmó que nueve minutos antes del ataque su oficina recibió el manifiesto en el que Tarrant justificó su acción y que también fue enviado a otros 30 destinatarios.
Otras dos personas permanecen bajo custodia aunque la policía descarta por el momento su implicación en el atentado.
Uno de ellos es un hombre detenido el viernes junto a una mujer -que ya ha sido liberada- armado dentro de un auto, por lo que ha sido imputado por posesión de armas, según dijo Bush, que confirmó una nueva detención, la de un hombre de 18 años, aunque calificó como “tangencial” su relación con el suceso.
El gobierno neozelandés prevé reunirse el lunes en Wellington donde recibirá un informe preliminar sobre el atentado y abordará las discusiones sobre acciones políticas, incluida la reforma de la ley que regula la posesión de armas.
La primera ministra indicó que otra cuestión que buscará tratar es la responsabilidad de las redes sociales después de que la matanza fuera retransmitida en directo por el asaltante a través de Facebook.
“Hicimos lo que pudimos para retirar imágenes que circularon tras el ataque terrorista. Pero al final depende de estas plataformas el facilitar la retirada. Creo que hay varias cuestiones que merecen una respuesta”, dijo Ardern que ha estado en contacto con la jefa de operaciones de Facebook, Sheryl Sandberg.
Poco después, Facebook indicó que durante las primeras 24 horas posteriores al atentado se retiraron 1.5 millones de vídeos en todo el mundo, 1.2 millones de los cuales fueron bloqueados cuando eran cargados.
“Seguimos trabajando sin parar para retirar contenido infractor”, dijo a través de Twitter la representante de Facebook en Nueva Zelanda, Mia Garlick.
“En respeto a las personas afectadas por esta tragedia y las preocupaciones de las autoridades locales, también estamos retirando versiones editadas del vídeo que no muestran contenido explícito”, añadió
Mientras tanto, las autoridades prevén reforzar el lunes “de forma muy visible” la presencia policial en todo el país y en particular en Christchurch, mientras la vigilancia se mantendrá en las mezquitas de todo el país durante la celebración de plegarias.
“Seremos muy visibles, en escuelas, negocios, locales de ocio, incluso en el aire para que todo el mundo se sienta seguro”, dijo el jefe de la Policía.
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