El vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, y la ministra de Igualdad, Irene Montero, han interrumpido su estancia en el municipio asturiano de Felgueras, donde planeaban pasar unos días de vacaciones, por “la seguridad de sus hijos” ante las amenazas y protestas por su presencia. Fuentes de su entorno han informado a Efe de que la familia ha tomado la decisión de regresar a Madrid después de que apareciesen mensajes en las redes sociales con la ubicación del lugar en el que se encontraban.De acuerdo con el entorno del vicepresidente segundo del Gobierno, también ha aparecido una pintada en la que se lee: “Coletas rata”. Montero e Iglesias veraneaban en un municipio en el Valle de Lena, en una casa de la familia de Enrique Santiago, secretario general del Partido Comunista de España. Al hacerse pública su ubicación y tras desencadenarse las protestas, la pareja ha decidido volver a su hogar en Galapagar (Madrid), donde también han sido objeto de protestas en los últimos meses. De hecho, la ministra de Igualdad presentó una denuncia en un juzgado de ese municipio madrileño contra la concejal de Vox Cristina Gómez, por coacciones y el acoso diario en su domicilio.El ministro de Consumo, Alberto Garzón, ha lamentado el “acoso de la extrema derecha” a Iglesias, Montero y sus tres hijos y ha señalado que es “inadmisible en una democracia”. “Dice mucho y nada bueno de la derecha extrema española y su política del odio. Mi solidaridad plena con la familia”, ha expresado el ministro a través de Twitter.
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