Marta López comenzó la semana de la peor manera posible al ser abroncada por muchos de sus compañeros por compartir en sus ‘stories’ momentos de una fiesta junto a Makoke en la que las medidas de seguridad y prevención contra la COVID estaban siendo ignoradas.
Lo que no podía esperar la colaboradora, que se defendió asegurando que se había hecho un test posterior a dicho encuentro, es que la prueba en cuestión daría positivo y que acto seguido la cadena tomaría la decisión de despedirla. A lo largo del día ayer saltaban las alarmas cuando Patricia Pardo hacía doblete porque los presentadores de ‘Ya es medio día’ tenían que someterse a pruebas médicas y fue entonces cuando el nombre de la íntima amiga de Kiko Hernández se puso sobre la mesa.
A última hora de la tarde, en los últimos compases de ‘Sálvame’, fue su amigo del alma quien hizo pública la decisión sin precedentes del grupo televisivo italiano, leyendo en directo el comunicado en el que se hacía partícipe a la audiencia del despido de Marta López.
«Mediaset España ha decidido prescindir desde hoy de la colaboración de Marta López en sus distintos programas de entretenimiento ante la actitud públicamente irresponsable que ha manifestado en su ámbito privado, al no mantener la rigurosa conducta que todo ciudadano debe cumplir para superar la crisis sanitaria provocada por la Covid-19 y que por supuesto exige esta compañía. Desde el inicio de la crisis sanitaria se ha establecido un riguroso protocolo de medidas de seguridad y preventivas aplicable a sus trabajadores, miembros de productoras y colaboradores externos para mantener una esfera de seguridad que permita la continuidad del servicio público que se lleva a cabo desde el ámbito audiovisual, tanto desde el punto de vista informativo como de entretenimiento».
Pocos minutos antes de que Hernández leyera el durísimo comunicado, la propia Marta López compartió una ‘storie’ comentando lo que estaba sucediendo en ‘Sálvame’ sin hacer referencia alguna a su positivo y con un tono relajado y distendido que hace pensar que en aquel momento todavía no era conocedora de lo que la empresa en la que trabajaba había decidido con respecto a ella.
Poco tiempo después la protagonista del giro televisivo más inesperado del verano compartió una de sus habituales publicaciones en las que se limitaba a etiquetar su look sin hacer mención alguna a lo sucedido y con la opción de comentar la imagen bloqueada.