Carlos Sainz se presenta a los ‘tifosi’


Hace un par de semanas, la Fórmula 1 hizo públicos los resultados de un estudio que pretendía clasificar, de la forma más objetiva posible, a los pilotos más rápidos del campeonato de los últimos 40 años. El trabajo se encargó a Amazon Web Services, que recurrió a un algoritmo que analizó todas las sesiones cronometradas desde 1983 y concluyó que el corredor más veloz fue Ayrton Senna, seguido de Michael Schumacher, a una décima, mientras que Lewis Hamilton concluyó en la tercera plaza, a dos décimas del brasileño en esa vuelta imaginaria. Muchos aficionados concluyeron que la fórmula fallaba porque, por ejemplo, situó a un tetracampeón como Alain Prost en la 20ª posición, por detrás de nombres como los de Lando Norrris, Heikki Kovalainen o Jarno Trulli, entre otros. Pues bien, viendo el nivel de conducción que muestra Hamilton en esta desnaturalizada temporada, es normal que los haya quien empiecen a considerar al británico como el mejor de todos los tiempos.

Nadie parece en condiciones de poder hacer nada para evitar que el de Mercedes se encasquete este año su séptima corona de campeón, una cifra que le igualaría a Michael Schumacher, el Kaiser. En su ruta hacia ello, Hamilton ya ha superado varias de las plusmarcas que atesoraba el alemán. A la espera de que dentro de dos grandes premios iguale las 91 victorias de la leyenda de Kerpen, el chico de Stevenage (Gran Bretaña) se hizo ayer con otro récord, al convertirse en el piloto que más kilómetros ha rodado en cabeza (24.297 kilómetros), superando a Schumacher (24.148 kilómetros). En Spa, el actual campeón mandó de principio a fin tras salir desde la pole position y no cometer ningún error. “Sé que probablemente los hay que no quieren ver a Mercedes ganar. Pero el equipo no descansa. Ahora, cuando volvamos, nadie estará celebrando la victoria sino trabajando. Y yo, tengo 35 años y voy para 36, pero me siento mejor que nunca”, resumió Hamilton, que tras el quinto triunfo del curso amplía su margen al frente de la clasificación general hasta los 47 puntos sobre Valtteri Bottas, su vecino de taller. La segunda plaza fue precisamente para el finlandés, que certificó el quinto doblete de la marca de la estrella en 2020, mientras que Max Verstappen completó el podio.

Revés para Ferrari y Sainz

Al margen de las tres plazas que dan acceso al cajón y de la mejora exhibida por Renault —Ricciardo y Ocon finalizaron el cuarto y el quinto, respectivamente—, la prueba seguramente será recordada por el gatillazo de Ferrari. Tras no meter a ninguno de sus dos coches en la tercera criba de la cronometrada (Q3) del sábado, el domingo no fue mejor para el constructor de Maranello, para Sebastian Vettel (13º) ni para Charles Leclerc (14º). La Scuderia sigue una trayectoria en caída libre, hasta el punto de que la competencia empieza a sentir compasión. “La situación que atraviesa Ferrari no es buena para la F1. Estos resultados no son los que se merece ni el equipo ni los aficionados. Creo que se debería cuestionar las decisiones que últimamente han tomado ciertos miembros de la estructura”, comentó desde Spa Toto Wolff, director de Mercedes.

Si el fin de semana fue para olvidar en el caso del fabricante de Il Cavallino Rampante, el de Carlos Sainz no terminó mejor. El español ni siquiera tuvo la opción de tomar la salida por culpa de una avería en la unidad de potencia de su McLaren que se cargó el sistema de escape del monoplaza. “En la vuelta de salida del garaje comencé a notar un olor extraño, y luego vi que salía humo de la parte de atrás. Lo malo es que no es el primer problema de la temporada”, se limitó a describir Sainz, visiblemente cabreado.


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