Espectacular. Increíble. Tremendo. ‘Sainzsacional’.
Carlos Sainz firmó este domingo la carrera de su vida. Para quitarse el sombrero. Hace años que buscaba aprovechar sus opciones en un día en el que pasara de todo. En una F1 dominada por Mercedes, es en esas jornadas, en las que los peces gordos tienen problemas, en las que Carlos debe pescar en río revuelto. Y vaya si lo hizo. Ya lo logró el pasado año en Brasil 2019 logrando su primer podio ante todo pronóstico, y esta vez, en el GP de Italia de F1 2020, en una carrera en la que pasó absolutamente de todo, Carlos conquistó una segunda posición magnífica pegado a Gasly, que ganó su primera carrera en la F1. De buena a primeras, le debió saber a poco al madrileño. Dentro de todo, la suerte no le acompañó por una bandera roja que de no haber existido podía haberle permitido a Carlos ganar. Rozó el triunfo, apretando a Pierre en zona DRS en el último giro y se quedó con la miel en los labios. Pero a medida que pasen las horas, en frío, el 55 deberá darse cuenta de lo que consiguió este domingo.
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Carlos Sainz tuvo la oportunidad de su vida de ganar, pero no debería ser la última. Llegarán más. Lo está haciendo todo bien para que así sea. Pero hoy, debe celebrar una segunda plaza que sirve para poner el broche de oro (hasta el momento) a su magnífico matrimonio con McLaren, que terminará al final del presente curso. El español ha sido clave en el crecimiento de los de Woking desde el pasado año, y esta segunda plaza es un fruto más del magnífico trabajo realizado por el español y todo el equipo, que tras una intensa reconstrucción bajo el liderazgo de Seidl, no deja de dar pasos al frente.
Ayudó la gran mejora de los ingleses de los últimos años, también la magnífica clasificación que realizó el madrileño el sábado, finalizando tercero, aprovechando al máximo el primer fin de semana en el que su McLaren ya no sufriría en Q3 ante sus rivales por la prohibición de los mapa motor de clasificación. Pero sobre todo, fue crucial la enorme madurez y ambición que volvió a exhibir Carlos en carrera este domingo al volante de su MCL35, con el que incluso soñó con lograr su primera victoria en la F1.
El madrileño dejó claro que es uno de los mejores pilotos de la parrilla en Monza. No era un secreto tras su magnífico 2019, algo que le valió un asiento en Ferrari para los dos próximos años, pero en esta ocasión, demostró un valor clave para cualquier grande de este deporte, el de no desfallecer nunca, seguir luchando pese a que las cosas se tuerzan y atacar como un auténtico depredador en todo momento, sin errores.
Lo decimos porque el español logró la segunda posición cuando parecía que poco antes el destino le había robado lo que podía ser un triunfo. El 55 ya se había ganado el podio con su clasificación, un auténtico salidón y un ritmo demoledor, pero el destino le haría sudar mucho más para lograr dicha plaza.
Enorme salida, con Sainz pasando a Bottas
Carlos salió al ataque en un gran inicio, superó a Bottas sin miramientos para colocarse en la segunda posición y a partir de ahí parecía que los planetas se habían alineado para Carlos. Por delante, Hamilton era el claro líder y le seguía un Sainz que era el segundo coche más rápido en pista. Pero es que además, el escenario era idílico para Sainz.
Bottas, el que debía ser su gran rival por la segunda plaza, se había hundido hasta la sexta posición tras un pequeño toque inicial con Norris, que era tercero tras una enorme salida. El finlandés sufría algún problema y no podía ser rápido rodando en tráfico, con problemas de sobrecalentamiento de motor. Normal, su coche está pensado para rodar delante y con aire limpio, pero esta vez le tocó sufrir lo que tienen que padecer al resto. Pero no solo eso, Carlos tenía grandísimas opciones de ser segundo porque el otro gran candidato, Verstappen, era séptimo tras Bottas, tras un mal arranque y con mal ritmo.
Llegó a ver el liderato
No obstante, todo cambió de un momento a otro. Cuando Carlos necesita suerte y que pasen cosas para tener opciones a estar delante, pocas veces pasa algo. Y hoy, que tenía la mejor ocasión de su vida en su mano, veía como de repente, la jornada se le complicaba. Todo, a raíz de dos safety car, uno provocado por Magnussen en la vuelta 20. Ahí, Hamilton y Giovinazzi pararon con el pit lane cerrado, algo que les costaba una penalización de un Stop and Go de 10 segundos. ¡Carlos Sainz era el verdadero líder de la carrera!
“Sabía que era primero y sabía que tenía buen ritmo y que iba a ser difícil pasarme”, explicó tras la carrera a ‘Movistar F1’. Todo estaba colocado para que Carlos pudiera optar al triunfo.
Sin embargo, otro por un fuerte accidente de Leclerc en la Parabólica en la vuelta 22 hacía que el escenario idílico que tenía ante sus ojos Carlos se convirtiera en uno lleno de obstáculos. La carrera se paró por bandera roja por el incidente del monegasco y Carlos, tras realizar su parada, había pasado de ser segundo a ser sexto por detrás de Hamilton, Stroll, Gasly, Raikkonen y Giovinazzi (que habían parado justo antes), con Norris y Bottas justo detrás. El hecho de no haber podido parar antes de la bandera roja le había hecho perder posiciones. “Cuando ha salido la bandera roja os podéis imaginar el disgusto que me he llevado tras todo el trabajo que había hecho”. Pero en realidad era cuarto, puesto que Hamilton y Giovinazzi tenían que cumplir su sanción. Tenía que atacar.
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Segunda salida
Carlos podía luchar por todo. El peligro estaba en Bottas, que estaba detrás de Norris y podría ir a por el triunfo. Pero ni los cambios que le hicieron al coche del nórdico durante el parón por bandera roja le sirvieron al finlandés para mejorar su ritmo. Carlos tenía la oportunidad de su vida y quedaban 27 giros. La carrera se reanudó en parado, en otra parrilla de salida en la que el madrileño lo volvió a bordar, sin errores. Si quería ganar tenía que hacerlo adelantando en pista e iba a por ello. En la segunda salida, Carlos mantuvo una gran lucha con Stroll de la que salió victorioso. Poco después, Giovinazzi cumplía su sanción en la vuelta 31 y Hamilton había hecho lo propio para dejar a Sainz en tercera posición. Tenía entonces por delante a Kimi Raikkonen, al que pasó adelantó de forma espectacular en la primera chicane del circuito. Era segundo y ya solo le quedaba por delante el Alpha Tauri de Gasly.
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Carlos había perdido algo de tiempo con Pierre adelantando a Kimi, pero fue a por todas. Estaba a 3 segundos y empezó a recortarle décima tas décima en todos los sectores a un Pierre Gasly muy seguro. A falta de 5 giros, Carlos se había acercado mucho pero sufría para meterse en la zona de DRS para poder adelantar a Gasly y lograr el ansiado triunfo. McLaren le dijo que cambiara un ‘setting’ de batería para tener más energía y poder colocarse en zona de DRS. Tarde. El español se coloco a menos de un segundo a falta de una vuelta. “Quiero ganar”, le decía el español a su ingeniero demostrando el hambre que tenía. Lo intentaba, quería el rebufo del francés pero éste se movía muy inteligentemente de un lado al otro de las rectas de Monza para impedir que el español se acercara. Y finalmente, Gasly logró el triunfo por solo 0”415 por delante de un Carlos que resoplaba, sabedor de que podía haber ganado. Le faltó una vuelta. Pero lejos de lamentarse, era momento de celebrar. El español logró su segundo podio en la F1, y esta vez sí pudo subirse a él en el momento que tocaba, no como en Brasil 2019.
Ferrari, doble desastre; Hamilton minimiza pérdidas
El accidente de Leclerc cerró un desastroso fin de semana de Ferrari, que vio como Vettel tenía que abandonar con su freno trasero izquierdo en llamas en la carrera de casa, en Monza. Tampoco pudo terminar Verstappen, fuera de la lucha por el podio durante toda la carrera.
Así pues, Hamilton, pese a terminar 7º tras una buena remontada final después de su sanción, pudo minimizar sus pérdidas gracias a los fallos de sus rivales. Bottas solo pudo ser 5º tras Stroll (3º) y Norris (4º).
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