0-0: Dinamarca salva un punto en el descuento ante una Inglaterra a medio gas

Ni Dinamarca ni Inglaterra supieron esta noche en Copenague de qué manera hacerse daño la una a la otra. Ambas pelearon durante los 90 minutos pero dieron la sensación que ni en otros 90 habrían sacado muchas más conclusiones. Firmaron pues un empate que les deja descolgados de Bélgica, líder del grupo, y con tareas por resolver de cara a gol pese a tener dos vestuarios muy potentes.

Con los expulsados de la concentración Foden y Greenwood, Southgate dispuso en el once de Inglaterra a su tridente de gala: Sterling, Kane y Sancho. Arropados estos por otros ‘cromos’ importantes como Alexander
Arnold o Pickford, que fue quien salvó a los suyos durante la primera parte, no pudieron los ingleses derribar el muro danés.

Tampoco lo intentaron con demasiado acierto pues los ‘pross’ apenas construyeron jugadas de peligro sobre la meta de Kasper
Schmeichel. Tuvieron más ritmo cantando durante el ‘God Save The Queen’ que en el balcón del área donde siempre llegaban tarde y con las luces apagadas.

Dinamarca, además, les cedió las bandas para que atacaran desde allí, pero se defendieron los vikingos como sus antepasados asolaban las costas de Europa y todo balón centrado sobre su área era matemáticamente rechazado por la defensa.

Kasper Dolberg
Kasper Dolberg

De hecho, fueron los locales los que más peligro llevaron. Dolberg, con Eriksen al mando de las operaciones, midió a Pickford y el meta del Everton sacó un par de buenas manos para evitar el gol danés. También lo buscó Braithwaite, el jugador del FC
Barcelona, pero su disparo se marchó fuera por poco.

Mejoría inglesa en la segunda parte

Ya en la segunda mitad, los británicos dieron buena cuenta de su papel de favoritos y se implicaron en tareas ofensivas. Sterling, descolgándose desde la banda hacia el medio quiso combinar a ratos con Kane y, en otros, buscó hacer la guerra por su cuenta. En ningún caso lo contabilizó con gol, pero sí estuvo cerca.

Martin Braithwaite
Martin Braithwaite

Todo ello le dio alas a Inglaterra y puso piedras en los bolsillos de una Dinamarca que pareció conformarse con el empate aunque no tanto en los minutos finales donde sí pegó sus últimos coletazos.

Pero quien estuvo a punto de saltarlo todo por los aires en el descuento fue Harry
Kane tras ganar un balón aéreo, superar a Schmeichel y mandar el cuero camino a la red. Solo Zankia, sobre la línea, salvó a los suyos de la derrota.

Antes de eso, Southgate agitó su pizarra, también Kasper Hjulmand, seleccionador de Dinamarca, pero ninguno encontró el camino hacia al gol dejando todo despejado para que la Bélgica de Roberto Martínez les vea ya por el retrovisor en la tabla.


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