Contamos cuáles son los aspectos claves del perfil del solicitante de hipoteca no deseados por los bancos
Los bancos, a la hora de conceder una hipoteca, realizan un estudio detallado del solicitante y en este estudio analizan su perfil personal y económico para determinar la viabilidad de la operación. En este sentido, hay determinados tipos clientes que tienen más posibilidades de acceder a un préstamo hipotecario que otros, teniendo en cuenta situación laboral, ingresos, endeudamiento previo, etc.
Se podría decir, por tanto, que hay perfiles de clientes que para los bancos no son deseables de cara a la concesión de una hipoteca. A continuación, se explican qué características son las que tienen en cuenta las entidades para analizar el perfil riesgo de los solicitantes de financiación.
La situación laboral y las deudas son claves
Uno de los primeros puntos que analizan los bancos y demás entidades financieras es la situación laboral del solicitante. En este punto, los desempleados, los empleados con trabajos temporales y todos aquellos que tienen un sueldo bajo parten de un punto muy complicado para acceder a una hipoteca, tanto en banca tradicional como en otro tipo de entidades. Los autónomos son un grupo cuyo acceso a una hipoteca también cuenta con trabas dada su posible inestabilidad de ingresos, sobre todo los que cuenten con una antigüedad menor a un año, aunque sí pueden compensarlo con documentación y antigüedad de la actividad comercial.
No solo consiste en qué tipo de contrato se tiene sino también cada vez se tiene más en cuenta en qué sector se mueve el trabajador, siendo por ejemplo el sector tecnológico un activo en alza.
La aparición en registros de morosidad es un motivo de denegación de la hipoteca. Aquellos clientes que aparezcan en registros de impagos como Asnef o Rai tendrán muy complicado la concesión de una hipoteca, las entidades buscan clientes solventes sin problemas para la devolución del importe.Un buen punto de partida sería saber si se está en Asnef y cómo salir en caso de estar en este tipo de listados.
¿Qué ven con buenos ojos las entidades?
Los clientes ideales son los que cuentan con una estabilidad laboral: los trabajadores por cuenta propia con antigüedad laboral de dos años al menos. Los ingresos son, sin duda, también una cuestión importante, siendo el cliente preferido aquel que cuente con más de 2.000€ de ingresos al mes (solos o en pareja). Con ingresos inferiores a esa cantidad, en grandes ciudades, habrá más dificultades para el acceso a la hipoteca.
Aportar ahorros es un aspecto fundamental. Las entidades no suelen conceder más del 80% del valor de tasación de la vivienda, por lo que aportar ahorros suficientes que cubran el 20% restante se torna esencial. No contar con ahorros dificulta la financiación ya que además se requiere que se aporte el importe necesario para los gastos (generalmente relativos a la compraventa, ya que desde la nueva Ley Hipotecaria, el cliente únicamente asume el gasto de tasación y de copias de las escrituras).
Además, el nivel de endeudamiento o tasa de esfuerzo no deberá ser superior al 40%, es decir, la suma de los préstamos, tarjetas de crédito y demás canales de financiación junto con la hipoteca no deberán suponer en ningún caso más del 40% de los ingresos familiares. Si se sobrepasa este porcentaje, las opciones de acceder a la hipoteca disminuyen notablemente.
Por último, apuntar que la edad del solicitante de la hipoteca también tiene su importancia ya que las entidades suelen requerir que la edad máxima del solicitante sea de 75 años cuando se cumpla la última cuota de pago de la hipoteca. A continuación un vídeo en el que explicamos esta circunstancia:
Si quieres más información sobre préstamos hipotecarios, puedes visitar nuestro comparador de hipotecas y analizar qué ofrece cada entidad.
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