Un doblete de un siempre genial Iago Aspas, con Nolito como escudero de lujo, dio este sábado un merecido triunfo al Celta de Vigo y castigó la inconsistencia de un Valencia voluntarioso pero falto de cuajo en muchas situaciones, como ya mostró en el estreno ante el Levante pese a su triunfo. Los gallegos marcaron dos y podían haber sumado varios más aunque acabó sufriendo.
Apenas aguantó el Valencia diez minutos de dominio gallego sin mostrar su endeblez defensiva. La sacó a relucir Nolito que, desde el centro del campo, avanzó ante la permisividad de la defensa y dio un pase interior a Iago Aspas, que burló a Jaume y marcó.
El delantero sabía que su posición era ajustada, tal y como denunció el juez de línea, y aunque en las imágenes de la realización pareció que estaba mínimamente adelantado, el VAR lo validó. Seguro que en esa espera en el banquillo visitante se acordaban de la falta del fichaje del anhelado mediocentro y de la muela del juicio que dejó KO a Racic.
Se echó un poco atrás el Celta instintivamente, pensando que el Valencia se lanzaría a por el empate pero no fue así y, tras unos minutos de tregua, los gallegos buscaron el segundo por medio de Denis Suárez y Emre Mor. Sólo entonces reaccionaron los de Javi Gracia. Pero más allá de equilibrar la posesión no consiguió nada antes del descanso por más que Kang In lo intentó. Agitó Gracia a su equipo en el descanso con la entrada de Jasón y Vallejo y tuvo premio en apenas unos segundos aunque, la verdad, no fueron los cambios (no dio tiempo) sino Maxi que convirtió en un golazo un centro ramplón de Wass.
Cuando parecía que el Valencia iba a dominar, una cuestionable falta de Esquerdo a Nolito la transformó con maestría Iago Aspas. Puede que fallara la barrera, puede que Jaume, pero lo que está claro es que el delantero gallego lo bordó. Unos minutos después el mismo Nolito pudo cerrar el choque pero esta vez el portero castellonense sí que estuvo fino.
Esta vez, Óscar García no dejó que su equipo se retrasara y con la entrada de Baeza, Brais y Okay le dio el empuje necesario para buscar el tercero. Luego llegaron los forzados en la parte de atrás, como los del debutante Murillo o Tapia, pero el equipo mantuvo su perfil y dos trallazos de Brais y Baeza al larguero y al palo respectivamente, pudieron sentenciar.
Al Valencia le costó llegar y sólo lo hizo cuando Wass pasó al centro. Su primera gran opción fue un cabezazo de Aidoo a Vallejo cuando el gaditano preparaba una chilena pero Gil Manzano no quiso entenderlo como penalti. Tal vez por eso ni quiso ver una caída de Baeza en el otro área ya en un descuento en el que los visitantes lograron por fin encerrar a su rival pero no marcar.
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