La vida es más fácil con Ibrahimovic, sí, pero esta vez ante el Crotone, el Milan no pareció echar demasiado en falta al eterno sueco. Los de Pioli resolvieron con garantías su primera salida de la temporada ante un Crotone que no pudo hacer de su coqueto estadio el fortín que le hubiese gustado. Kessie de penalti y Brahim en su estreno como titular fueron los goleadores del partido.
Cada uno su rol
Desde el primer momento, el Milan dejó claro los roles del partido: ellos, el pez grande, dominaban y el Crotone, el pez pequeño, era el dominado. A partir de ahí, buscaron los de Pioli perforar la portería rival pero el guardameta Cordaz se empeñó en evitarlo.
A la media hora de partido ya le había sacado dos buenas manos a Brahim y Çalhanoglu. Pero no fue motivo ese para que el cuadro rossonero se rindiera tan pronto y, pese a que echaban de menos a Ibrahimovic en ataque -fuera de la convocatoria por positivo en Covid-19-, consiguieron el gol al filo del descanso.
Su autor fue Kessie. De penalti y con VAR mediante. Rebic cayó en la línea fronteriza del área y las pantallas confirmaron la pena máxima con amarilla para Marrone. Difícil lanzarlo mejor que el costa marfileño. El marcador con 1-0 y anunciando la confirmación de que este Milan va muy en serio.
Segunda mitad sin demasiada historia
Y tan en serio va que, nada más regresar de la caseta, quiso poner más tierra de por medio. Esta vez fue Brahim, el jugador cedido por el Real Madrid, que se revolvió en el área tras un centro desde la derecha para ajusticiar con la zurda y dar más aire a su equipo y matar el partido.
A partir de entonces poca historia dejó el choque. El Crotone sacó algó de carácter por aquello de figurar sobre el papel pero nada que inquietara al Milan que seguía a lo suyo. Y lo suyo es un gran comienzo en esta Serie A. Dos partidos, dos victorias y ningún gol en contra. Para los nostálgicos: el Milan ha vuelto’
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