“Ha sido el mercado de la maduración y la paciencia”, definió la situación actual Fran
Garagarza, director deportivo armero en la mañana del miércoles. El responsable de construir el nuevo Eibar se quedó a dos refuerzos de las exigencias de José
Luis
Mendilibar, que pidió ocho refuerzos y tiene seis caras nuevas. Ha sido un periodo estival “dificultado por la nueva realidad económica” en el que, más que nunca, el club ha tenido que ajustarse el cinturón. Para ello, Garagarza ha encontrado en la cesión una posibilidad para reforzar al equipo, algo que desde que el Eibar está en Primera ha funcionado.
A Ipurua han llegado cinco jugadores a préstamo y desde las oficinas sólo se rascaron el bolsillo para abonar dos millones de euros al Dinamo de Zagreb por Kadzior. El resto, volverá al club de origen al finalizar la campaña. Muto, Recio, Kevin y los recién aterrizados Bryan
Gil y Pozo tratarán de progresar junto a Mendilibar. El resto de cesiones desde que el Eibar ascendió a la élite del fútbol se puede decir que fueron fructíferas.
El año del ascenso recaló en Eibar un Abraham
Minero que se hizo dueño y señor de la banda izquierda de Ipurua. El lateral llegó procedente del Zaragoza y fue titular durante todo el año. En la temporada de la consagración, en la 15/16, Borja
Bastón se hizo futbolista a las órdenes de Mendilibar. El delantero llegó desde el Atlético de Madrid y rompió todo tipo de registros como azulgrana. El madrileño marcó 18 goles en 36 partidos, se salió del mapa y fue capital para la salvación del Eibar. Borja ‘Van Bastón
’, como apodaron desde un sector de la grada, se terminó marchando al Swansea de la Premier League por una cifra importante de 16 millones de euros. El Eibar no sacó más que su excelente rendimiento deportivo. Pese a que la jugada salió redonda aquel curso, el Eibar se pasó dos temporadas, la 16/17 y la 17/18, sin incorporar cedidos.
El Eibar hace caja con ‘Cucu’
El caso más beneficioso para el Eibar ha sido el de Marc
Cucurella. El extremo llegó procedente del Barça B y se ganó a la afición en apenas una temporada. Sus cabalgadas por la banda se echan de menos. Al término del curso, el club abonó los dos millones de euros que firmaron con la entidad culé, que recompró a Cucurella por cuatro ‘kilos’, obteniendo así beneficio económico. Ese mismo año también llegaron a préstamo Cardona y Bigas. Con éste último ejecutaron la opción de compra de tres millones y tras una temporada complicada ahora es el jefe de la zaga junto a Oliveira. La pasada temporada, Cristóforo y Soares llegaron en invierno para reforzar la plantilla, aunque no gozaron de demasiado protagonismo.
Así las cosas, Muto, Recio, Kevin, Gil y Pozo tienen la oportunidad de dar continuidad a una política de fichajes que últimamente ha funcionado en las oficinas de Ipurua.
Source link