El Ministerio de Agricultura ha elaborado un plan de contingencia para tratar de minimizar el impacto de la salida efectiva del Reino Unido de la UE el próximo 1 de enero en los sectores agrario y en la industria alimentaria. El reto no es menor, ya que España vende anualmente a Reino Unido alimentos por valor de 4.000 millones, de los que 1.800 son frutas y hortalizas. Destacan los frutos rojos con unos 300 millones, vino y mostos con 311 millones, cítricos por 290 millones, aceituna por 230 millones y aceite de oliva por 163 millones.
Agricultura maneja todos los escenarios, incluido el de una ruptura que no respete el pacto del Brexit, impresión que comparten algunos sectores afectados. En cualquier caso, la imposición de fronteras conllevará un fuerte aumento de las tramitaciones, permisos y controles para los miles de camiones que cruzan a diario por mar a las islas. Agricultura estima que la actividad certificadora en el ámbito fitosanitario se incrementará en un 54% sobre todo en frutas y hortalizas. En dirección contraria, por las importaciones de animales, leche y derivados o piensos, la carga en las fronteras se incrementará en un 56% principalmente para los servicios de Sanidad Animal.
El plan del ministerio contempla un reforzamiento de las plantillas en la Administración central de 13 personas y de otras 20 en los puntos donde se hacen las mayores expediciones de productos como Canarias, Almería, Murcia, Valencia, Lérida, Bilbao Santander o Vigo.
Miedo a más aranceles
Si la ejecución del Brexit no respeta el Acuerdo de Retirada, el sector español se hallaría ante el peor escenario y la posibilidad tener que hacer frente a un arancel que podría llegar al 22% del valor de las exportaciones. Esta situación supondría dejar la puerta abierta a las importaciones desde los que hoy son terceros países, con el consiguiente efecto negativo sobre las ventas españolas. Un efecto indirecto sería la necesidad de colocar esas producciones en otros mercados comunitarios, con el riesgo de una sobreoferta que deprima los precios.
El Plan contempla estrategias de promoción en nuevos mercados y, de cara a la regulación, medidas de almacenamiento. Los sectores afectados contarían además con el fondo de 5.000 millones de la UE para apoyar a los sectores que se puedan ver perjudicados. Sin un acuerdo, el Brexit vendría a sumarse al impacto negativo de los aranceles estadounidenses del año pasado. Reino Unido, con el fin de asegurar sus aprovisionamientos fuera de la UE, ya ha suscrito acuerdos con países del norte de África.
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