Que el Athletic tiene severos problemas con el gol no es nuevo. Existe una “clara carencia en el puesto de delantero centro”, tal y como aseguró Gaizka Garitano tras caer con el Cádiz. Un mal que viene de lejos, desde que Aduriz bajó a la tierra y comenzó a reducir sus prestaciones. Raúl García ha hecho un esfuerzo ímprobo a base de establecer registros históricos en su carrera, pero no basta. Se ha visto demasiado solo.
Las alarmas siguen encendidas a todo trapo. Williams se encuentra en pleno bache. No marca desde el pasado 8 de marzo, en el último encuentro antes del confinamiento. Cuando el público podía asistir a los estadios. 15 encuentros ligueros han transcurrido desde entonces y la paciencia de la afición rojiblanca está desbordada. El nombre de Llorente incluso volvió a estar sobre la mesa de Ibaigane en el último día del mercado del fichajes.
El Athletic se ha quedado a cero en tres de las cuatro jornadas disputadas hasta la fecha, en las derrotas contra Granada (2-0), Cádiz (0-1) y Alavés (1-0). Solo ha anotado dos tantos. Los que firmó Unai López y se tradujeron en los tres puntos obtenidos en Eibar (1-2). El bagaje realizador es escaso, así lo demuestran los números, pero el volumen de ocasiones tampoco es que sea esperanzador.
Para encontrar una sequía semejante del Athletic en un inicio de Liga hay que retroceder más de 40 años, concretamente hasta 1977. Entonces también permaneció sin ver puerta en tres de sus cuatro primeros compromisos, pero es que además solo hizo un gol. Los dirigidos por Koldo Agirre comenzaron con unas tablas con el Betis en San Mamés (0-0), luego cayeron a domicilio con el Espanyol (2-1), repitieron empate con el Barça en Bilbao (0-0) y perdieron en el Santiago Bernabéu (1-0). La diana en Sarriá fue obra de Aitor Agirre.
Eso sí, a los leones les sirvió para desquitarse y afinar la puntería. Después de este poker inicial de sequía consiguió encadenar una docena de jornadas marcando. Algo a lo que intentará agarrarse el actual Athletic para escapar de los puestos de peligro y que la palabra crisis escape de su vocabulario. La próxima estación será contra el Levante el próximo domingo (San Mamés, 14 horas).
Entre 1977 y 2020 no ha habido ninguna temporada en la que el Athletic se haya quedado sin celebrar un gol en tres de sus cuatro primeros envites de Liga. El tope habían sido dos, una circunstancia que se repitió en doce ejercicios. Los de Garitano se han levantado con el pie torcido y sin suerte con la madera. Hay que recordar que Williams se topó con los postes en Granada y ante el Cádiz.
Lo que no es novedad es el dato de dos muescas en total. Se había dado en otras cuatro temporadas en los últimos 43 años. En la 1984-85, en la 1986-87, en la 1994-95 y la más reciente fue en la 2006-07. La segunda campaña del bienio negro en el conjunto bilbaíno. Marcó en la igualada con la Real Sociedad en San Mamés (1-1) y en la abultada derrota con el Atlético (1-4) y se quedó a cero en la visita al Benito Villamarín (3-0) y en las tablas en Getafe (0-0).
Source link