3-0: La Rojita cumple y consigue su billete para el próximo Europeo

Sin demasiados adornos pero con mucho trabajo. Así es como logró La Rojita su clasificación el próximo Europeo Sub-21 después de vencer por 3 -0 a la selección de Kazajistán con los goles de Hugo
Guillamón y Dani
Gómez por partida doble. Les valía a los españoles con un sumar un punto, pero no especularon en ningún momento y fueron a por la victoria.

Y eso que al principio, la selección de Luis De La Fuente encontró en los kazajos a un rival incómodo, sobre todo en defensa, donde lograba cortocircuitar cada ataque español. Unos ataques, eso sí, que pudieron ser mejorables tanto en fondo como en forma. Pese a todo, a base de insistir, la selección pudo materializar en goles su calidad individual para confirmar que, el año que viene, defenderá su corona europea.

Brahim y Riqui, los experimentados

Con Brahim y Riqui Puig como estandartes en los primeros minutos, la selección visitaba el área rival sin despeinarse pero una vez allí, donde se hablan los temas importantes en el fútbol, se quedaban sin cobertura. Disparos altos, centros sin rematador o pases inconexos eran sus registros.

Aún así no se rindieron, lo intentaron. Sobre todo el centrocampista culé que se apuntó hasta tres disparos en la primera parte. No tuvo fortuna.

Los goles en la segunda parte

Agitó la pizarra Luis De La Fuente tras el descanso y dio otro aire al equipo. Más directo, más decidido. Pedri con varias acciones estuvo cerca de abrir la lata pero fue Hugo
Guillamón, de cabeza, quien desatascó el partido. Peinó Moncayola el servicio a balón parado y el central del Valencia se desquitó. Tranquilidad.

A partir de entonces, la pelota quemaba menos y el pulso del partido era más reposado. Sin embargo, la juventud no entiende de calma y la selección siguió atacando. Y Luis De La Fuente también, dando a los suyos nuevos efectivos desde el banquillo. El más relevante fue Dani
Gómez que amplió la cuenta por dos veces para ‘matar’ el partido. La primera tras una gran jugada individual de Bryan
Gil en la que tuvo ajustar el balón para marcar y, en el 3-0, mandando a guardar una pelota perdida desde la frontal.

Ya al final del choque, los jugadores de ambos equipos se limitaron a cumplir sus respectivos papeles y a esperar el pitido final, ya se había vendido todo el pescado. Deberes hechos, billete conseguido.

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