El Alavés quiere fortificarse en Mendizorrotza

El Alavés mira hacia delante con optimismo. El reparador triunfo en el derbi frente al Athletic ha reforzado su confianza en el método de Pablo Machín. En el tramo final del parón de selecciones, afronta con motivación el partido de este domingo frente al Elche, el primero frente a un rival directo. Olvidada la mala racha de resultados en su estadio, ansía ahora fortificarse en Mendizorrotza para lograr por quinta campaña consecutiva la permanencia en Primera División.

Tal y como se vio en el último amistoso frente a Osasuna de la pasada semana, el técnico soriano ha logrado tener motivados a todos sus jugadores. Unos pelean por mantener su estatus de titular. El resto, por ganarse un puesto en el once o por convencer al entrenador de que tienen sitio en este equipo.

A pesar de los importantes problemas en defensa con los que encara el envite, el equipo confía en prolongar la buena senda iniciada ante los leones. Desde el ya lejano 18 de junio, día en que venció a la Real Sociedad en el primer partido en casa tras el confinamiento (2-0), han pasado casi tres meses y medio de pesadilla hasta que, el 4 de octubre, se reencontró con el triunfo en su estadio. El Athletic, otro equipo vasco, fue el rival ante el que se cerró la funesta serie (1-0).

Incapaz de marcar

En ese período, seis comparecencias en Mendizorrotza estuvieron presididas por la decepción -cuatro en el pasado curso y dos en el actual-. Dos empates, ambos sin goles ante el Getafe, y cuatro derrotas quebraron la condición de fortín del estadio albiazul y pusieron al equipo contra las cuerdas.

En el pasado curso, las visitas de Osasuna (0-1), Granada (0-2), Getafe (0-0) y F.C. Barcelona (0-5) -esta última ya con la permanencia garantizada, formaron parte de una nefasta racha de resultados tras el confinamiento que puso al equipo al borde del abismo y desencadenó el cese de Asier Garitano. Tuvo el Alavés que ganar al Betis en la penúltima jornada (1-2), para poder respirar tranquilo.

Ya en la presente campaña, el Betis (0-1) y el Getafe (0-0) alargaron la agonía. Menos mal que frente al Athletic se rompió esta serie tan negativa, con 540 minutos sin marcar en casa incluidos, que situó a los albiazules en zona de descenso en un arranque de competición de calendario complicado.

En construcción

Continúa este Alavés del centenario en situación delicada, pero frente a los rojiblancos exhibió detalles para la esperanza. En una buena segunda mitad creó varias ocasiones de gol -casi tantas como en las cuatro primeras jornadas- y completó su buen trabajo con una solidez defensiva que, por primera vez en esta liga, le permitió mantener su portería a cero. En ello tuvo bastante que ver Fernando Pacheco. El pacense recobra poco a poco el extraordinario nivel con el que se ha ganado el sobrenombre de San Fernando.

Está todavía este equipo en pleno proceso de construcción. La plantilla se está adaptando a la metodología de Pablo Machín y, a su vez, el técnico va encontrando la manera de explotar sus recursos.

Entre otras cosas, el soriano deberá definir el sitio donde encajen las dos últimas incorporaciones. Jota Peleteiro está llamado a incorporar calidad entre líneas, bien desde la banda o como enganche en el centro del campo.

El joven Tomás Tavares es una incógnita. Llega con buenas referencias, pero aún debe adaptarse a jugar en la élite y aún no ha empezado a entrenar con sus nuevos compañeros. En este sentido, la concentración con la selección sub-21 de Portugal le ha hecho perder un tiempo precioso, ya que estas dos semanas de parón eran el momento ideal para comenzar a entrar en la siempre exigente dinámica albiazul.


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