Lewis Hamilton conduce un coche muy superior al resto y está a otro nivel respecto al único que podría hacerle cosquillas en la actual F1, Valtteri Bottas. Eso es un hecho. Se ha encargado de dejarlo muy claro el inglés en los últimos años a base de victorias como la que logró este domingo en el
GP de Portimao de F1 2020
, un triunfo en el que demostró leer mucho mejor la carrera respecto a su compañero: Gestionó a las mil maravillas las gomas y tiró en el momento que debía. Le dio otra clase magistral a Valtteri de lo que significa ser un auténtico carrerista y finalizó con 25 segundos de margen respecto a un Bottas que sufría mucho con las gomas y con el sobrecalentamiento de su coche, algo que el británico dijo que supo gestionar controlando la configuración de su monoplaza en pista. Y así, Hamilton incluso pudo aplastar a su compañero de equipo con un tirón en el gemelo derecho.
El que alguna vez haya tenido la suerte de subirse a un monoplaza o probado un simulador, sabe que la fuerza que tienen que hacer los pilotos con las piernas es enorme. Vuelta tras vuelta, tienen que pisar el acelerador y el freno constantemente ejerciendo mucha fuerza. Por ejemplo, para frenar, la fuerza que deben realizar es de unos 100 kilos. Y a ello hay que sumarle lo mucho que deben mantener presionado el pie a tabla para acelerar. Las piernas de los pilotos sufren, y este domingo Lewis Hamilton tuvo que pilotar los últimos giros con un tirón en el gemelo derecho que le dificultaba las cosas al acelerar.
“Es un deporte muy físico. Tenía un tirón en mi gemelo derecho y estaba levantando (el pie) porque estaba a punto de ser muy doloroso. He tenido que lidiar con ello porque es lo que es, no puedes levantar durante toda la vuelta”, explicó Hamilton tras la carrera al referirse a dicho contratiempo final, que anunció a su equipo por radio cuando se dirigía hacia el triunfo a falta de unos 5 giros.
Sin embargo, pareció que le importó mucho al británico, puesto que siguió a lo suyo, machancando los cronos, ganando a Bottas por una diferencia insultante de 25 segundos e incluso marcando el récord en el segundo sector en su último giro pese a llevar neumáticos duros. Hace falta mucho más que un tirón para parar a Hamilton. Hace falta mucho más que un Bottas para que el inglés tenga rival.
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