No sé que me habría molestado más: ser suplente de Braithwaite en el Barça-Atleti de la temporada pasada, o ser suplente de un menor de edad en el Clásico. Con todo mi respeto al delantero danés y a Pedri (¡menudo diamante tienen los culés!). En ambos casos es intolerable para un futbolista de la talla de Antoine Griezmann. Y me duele en el alma. Nada me habría gustado más que el francés hubiese marcado el gol del empate. La polémica arbitral (otro Clásico lo que ocurrió…) ha eclipsado la prensa y apenas se ha hablado del tema. Que la suplencia de Griezmann no sea noticia es la peor de las señales. Ha dejado de sorprender: ni es la primera vez que ocurre ni es con el primer entrenador. Nunca imaginé esta “nueva normalidad” en la que nadie se escandalice porque un campeón del mundo sea suplente de un adolescente que no tiene ni carnet de conducir. En el día del partido, lo único que vi de este asunto en los principales medios deportivos fue por un comentario viral de Álvaro
Domínguez. Si no es por su tweet hubiese pasado como si nada.
Tenía fe en que el gran Ronald Koeman le iba a recuperar, igual que está intentando con Coutinho, pero el horizonte está complicado. La madrugada del martes pasado estuve con los amigos del Chiringuito de Jugones del gran Josep Pedrerol y me preguntaron por el tema. Respondí lo mismo de siempre: “Nunca entenderé su decisión de irse del Atleti”. Todavía menos porque él estuvo a punto de ganar la Champions de rojiblanco, luchando de tú a tú con los tiburones. No tiene nada que ver con el ejemplo del Niño, que se fue de un Atleti cuya máxima aspiración era poder jugar la Intertoto. Recuerdo volver del programa en coche con mi hijo y decirle “con lo bien que Antoine estaría en el Atleti, tranquilo, una leyenda en activo dentro y fuera del campo…”.
Ese martes que fui a la tele no fue un día cualquiera. Aquella mañana fui anunciado como uno de los nuevos embajadores de La Liga. Es un honor formar parte de esa constelación de estrellas entre Puyol, Morientes, Hierro, Guti, Eto’o, Forlán…y muchos otros fuera de serie. Palabras mayores. Como colchonero, y en especial como portugués, es un honor representar la mejor liga del mundo. Aprovecho para mandar un fuerte abrazo de agradecimiento a Fernando Sanz. De todos los embajadores soy el más veterano, me retiré hace ya 23 años y aun así el recibimiento fue espectacular. Lo que más ilusión me hizo fue ver la reacción de algún chaval joven que nunca me vio jugar (como es normal) cuando escuchó a alguna de esas superestrellas decir que yo había sido su ídolo de niño. ¡Creo que he rejuvenecido diez años con el subidón!
Subidón casi tan grande como me da al ver las cifras de mi Atleti. Este finde era importantísimo reponernos tras el vendaval de Munich. Y lo conseguimos con un Marcos Llorente en estado de gracia. Es pura dinamita. TNT como el temazo de AC/DC. Objetivamente el Atleti es el mejor equipo de la competición: el único invicto, menos goleado y con dos partidos menos que nos hacen depender de nosotros mismos para ser líderes. Actualmente tenemos el Zamora y Pichichi al mismo tiempo (igual que lo logramos en su día con los grandísimos Abel y Manolo). Además el equipo sumó el récord de 21 partidos seguidos sin perder en liga. ¡Grandísimo Cholo! En un campeonato en el que el Barça pierde contra un Madrid en el que mejor jugador fue Lucas Vázquez, con todo mi respeto, me da motivos especiales para soñar con el título. Esta noche jugamos contra el Salzburgo y es un prácticamente una final. ¡Muita força cracks!
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