Suān là fěn es el nombre que recibe una sopa picante clásica en el municipio chino de Chongqing. Básicamente es una sopa de caldo de pollo en la que se construyen predominan el picante y el ácido. Podría hablarse de ella como una sopa hot & sour, tan popular en América y en restaurantes chinos que ofrecen una carta occidentalizada, pero esta versión cuenta con más complexión y texturas.
Para entender de dónde viene este perfil de sabores, tenemos que mirar un poco de la historia de Chongqing: hasta hace relativamente poco (1997) formaba parte de la provincia de Sichuan. Dicha provincia es conocida por su gastronomía especiada, picante y de sabores muy intensos, pensados para combatir el clima húmedo y caluroso de la región. De hecho, esta sopa es típica en verano, especialmente cuando las temperaturas son más altas y la humedad dispara aún más la sensación térmica: la explicación que dan a comer este tipo de recetas en esos momentos es que ayudan a regular la temperatura del cuerpo, gracias al sudor.
La receta es bastante sencilla, si bien es cierto que cuenta con varios ingredientes que no son tan sencillos de encontrar si no tienes una tienda especializada en productos asiáticos cerca, de modo que, a continuación, paso a dar una lista de sustitutos.
Fideos de boniato: la receta original hace uso de estos fideos, también conocidos como noodles de cristal, que tienen una característica textura chiclosa. Podéis sustituirlo por cualquier tipo de fideo fino que tengáis a mano: de arroz, de trigo o de trigo sarraceno (incluso espaguetis).
Verdura encurtida: para esta receta utilicé mostaza fresca encurtida, que solamente encontraréis en supermercados asiáticos. Si tenéis uno cerca y nunca la habéis probado, hacedlo, porque es increíble; aquí se utiliza para tener un bocado con potente sabor a vinagre, por lo que se puede sustituir por col, zanahoria o cualquier verdura encurtida.
Vinagre negro de arroz: el vinagre más usado en China, que se consigue fermentando arroz glutinoso con una pizca de trigo (es algo difícil encontrar una versión de este vinagre sin trigo, pero existe). Es oscuro, denso, muy intenso y ligeramente balsámico. Se puede sustituir por vinagre de Jerez o balsámico.
Dificultad
Puede asustar un poco por la cantidad de ingredientes, pero algo que se hace en 30 minutos no puede ser muy complejo
Ingredientes
Para 4 personas
- 220 g de noodles de boniato
- Una cucharadita de jengibre fresco picado
- 3 dientes de ajo aplastados y picados
- Una cucharada de semillas de sésamo tostadas
- 2 cucharaditas de chile en polvo (o al gusto)
- 2 cucharaditas de pimienta blanca en polvo
- Una cucharadita de pimienta de Sichuan triturada
- 60 g de cualquier verdura encurtida en vinagre
- Un puñado de cacahuetes tostados por persona
- 4 cucharadas de vinagre negro de arroz (o de Jerez/balsámico)
- 4 cucharadas de salsa de soja
- 1 l de caldo de pollo/vegetal/agua
- 2 cucharaditas de azúcar
- 2 cucharaditas de sal
- 5 cucharadas de aceite vegetal suave (girasol o maíz)
- Cilantro al gusto
Preparación
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Llevar a ebullición una olla con agua para cocinar los fideos. Una vez cocinados, pasar por agua fría, colar y reservar.
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Calentar el caldo de pollo/vegetal/agua en la misma olla de antes y mantener caliente.
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Picar el jengibre y los ajos y repartirlos en los cuatro cuencos o platos soperos. Añadir en cada uno de ellos semillas de sésamo, chile en polvo, pimienta de Sichuan triturada, media cucharadita de pimienta blanca en polvo, media cucharadita de azúcar y media cucharadita de sal. Mezclar.
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Calentar el aceite vegetal en una sartén hasta que humee y rápidamente lo repartimos en cada uno de los cuencos mientras removemos.
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Añadimos la porción correspondiente de noodles a cada cuenco. Añadimos el caldo caliente, los cacahuetes, la verdura encurtida y el cilantro y servir inmediatamente.
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