El jurado declara por unanimidad culpables a los dos acusados del crimen de Patraix

Al fondo, en ambos extremos, María Jesús M., a la izquierda, y Salvador R., a la derecha, el primer día de juicio por el crimen de Patraix.
Al fondo, en ambos extremos, María Jesús M., a la izquierda, y Salvador R., a la derecha, el primer día de juicio por el crimen de Patraix.EFE / EFE

El jurado popular que juzga el crimen de Patraix ha tardado seis horas en alcanzar un veredicto y ha declarado, por unanimidad, culpables a María Jesús M., de 30 años, y a su examante Salvador R., de 50, de “la muerte intencionada” de Antonio Navarro, marido de ella, el 16 de agosto de 2017. Los miembros del jurado, cinco mujeres y cuatro hombres, han considerado probado que la acusada planeó con Salvador acabar con la vida de Antonio. Ahora será el magistrado que preside el tribunal, José María Gómez, quien en unos días fije las penas a cada uno. La defensa de María Jesús ha anunciado su intención de recurrir el fallo.

Los nueve miembros del jurado se habían retirado pasadas la una de la tarde de este viernes a deliberar sobre la muerte a puñaladas de Antonio Navarro, marido de la acusada, en agosto de hace tres años en un garaje situado en la calle Calamocha, en el distrito de Patraix en Valencia. Tenían que decidir si Salvador, que confesó haber apuñalado al ingeniero, lo hizo por iniciativa propia o de acuerdo con María Jesús, conocida coloquialmente como Maje.

Después de meses de investigaciones policiales, con seguimientos y conversaciones grabadas, la Policía detuvo en enero de 2018 a los ahora acusados, que se habían conocido tres años antes en un hospital de Valencia donde ambos trabajaban ―ella de enfermera y él de auxiliar sanitario― y donde iniciaron una relación afectiva.

El amante de Maje confesó la autoría del crimen y la exculpó a ella en un primer momento, pero meses más tarde, ya en prisión preventiva, la incriminó. “¿Le pidió que lo matara y que no fallara?”, le espetó su abogada en la vista. Salvador asintió rotundo. Maje negó que planificase el crimen y solo admitió que, una vez el auxiliar le contó que había matado a su marido, no acudió a la Policía para evitar ser incriminada: “Solo pensé en mí y en las consecuencias que podría tener”. Ambos tomaron la palabra al final del juicio para pedir perdón a la familia de Antonio.

El fiscal del caso, Vicente Devesa, solicita 22 años de prisión para María Jesús M. por un delito de asesinato (con el agravante de parentesco) y 18 años para Salvador R., después de sostener en el juicio que fue un crimen planificado por la acusada y ejecutado por él y que sin la ayuda de Maje (acceso a las llaves del garaje, pues la cerradura no fue forzada; horarios de la víctima, ausencia de cámaras o descripción del coche y la plaza de aparcamiento), no se habría podido cometer el crimen. “Llega un momento en el que él se enamora perdidamente de la acusada y es dependiente de ella. Lo hace todo junto a ella, le lleva la compra, le saca billetes de transporte e, incluso, le compra faldas”, sostuvo el fiscal en su alegato final. Miguel Ferrer, abogado de la familia de la víctima, reclama 25 años para ella y ha rebajado a 16 (al inicio pedía 21 años) la petición de cárcel para el acusado.

La defensa de María Jesús M. pedía su libre absolución después de sostener durante todo el proceso que ella no planificó ni colaboró en el asesinato. “No hay ni una sola prueba directa, clara, eficaz que ponga de relieve que Maje acordó con Salva matar a su esposo y mucho menos en cómo lo tenía que matar”, adujo el pasado jueves en sus conclusiones su abogado Javier Boix. El defensor de Maje insistió en que no hay móvil para el crimen, ni amoroso ni económico (por la herencia de la víctima).

Por contra, la defensora de Salvador, Julita Martínez, que pedía también la libre absolución, ha revisado la calificación y propone siete años y medio de cárcel, si bien ha pedido que se tengan en cuenta como atenuantes la confesión de su cliente y el ofrecimiento de un plan de pensiones para hacer frente a la indemnización económica solicitada por los familiares de la víctima. “Salva es una persona dependiente y le dijo que haría cualquier cosa por ella” y ese servilismo se mantuvo antes y después del crimen. “Siempre pensó que concertarían una vida en común”, agregó.

Tras la lectura del veredicto, el letrado que ha representado a la familia de la víctima, ha asegurado que los padres del fallecido están satisfechos con la condena porque “se ha hecho justicia”.


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