Explicaba Ante Tomic que tras la derrota del viernes en Fuenlabrada, en el Joventut se dieron cuenta que era necesario mejorar el rebote y la defensa del pick and roll. Con un dominio claro en esos dos conceptos, los verdinegros se recuperaron del revés sufrido en el pabellón Fernando Martín superando al Movistar
Estudiantes (97-70) en el primer duelo de las mejores canteras, en el Olímpic de Badalona. Es el sexto triunfo de los badaloneses en Liga Endesa y la confirmación del buen trabajo y esfuerzo del equipo haciendo frente a las primeras dificultades en forma de bajas y cansancio.
Lo logran, además, usando a ocho jugadores formados en la casa y con dos debutantes, Martí y Kraag, que dispusieron de minutos en la recta final.
La diferencia en el juego interior marcó el destino del partido desde el inicio, con un Joventut dominante tanto si estaba Tomic en pista como Birgander, incidiendo sobre todo el la captura del rebote y las segundas opciones. Triples de Brodziansky dieron confianza al equipo verdinegro también en ataque desde el inicio y eso se tradujo en ventajas que se elevaron a los once (26-15) al final del primer cuarto con racha de canastas de Birgander.
Bassas y Dimitrijevic protagonizaron los ataques en el segundo cuarto con un nivel de acierto que elevó un poco más las diferencias hasta el 36-21. Estudiantes no sólo no mejoró en rebote sino que cometió muchos errores en ataque, algunos con situaciones de ventaja bajo el aro que fueron minando la moral de los hombres de Javier Zamora. De no ser por los triples de Giedraitis y Avramovic el partido hubiera quedado roto antes de llegar al descanso. Un triplazo de Bassas tras acción individual sobre la bocina fijó el 51-33 al intermedio, sirviendo de rúbrica a una primera mitad controlada por un Joventut sólido pese a las bajas, bien suplidas por jóvenes canteranos.
Los intentos de reacción colegiales pasaron por un amago de zona que la Penya supo afrontar con buen movimiento de balón y algún triple oportuno. Bassas y Tomic siguieron acertados y activos elevando las diferencias hasta una máxima de 60-35 que se redujo al 74-53 del final del tercer cuarto tras unos minutos de presión visitante y algunas penetraciones meritorias de Avramovic.
Con el partido roto, el Joventut aprovechó para reforzar la confianza de los jóvenes, con Parra y Parrado aprovechando sus oportunidades y elevando su estadística a números inimaginables mientras las diferencias no dejaron de crecer hasta los 32 (93-61). En medio del festival sólo faltó el debut de dos jóvenes más como Roger
Martí o Yannick
Kraag. Poco más se puede pedir a la Penya que no sólo ha elevado su tono por la llegada de grandes jugadores sino también por la mejora de los que ya tenía.
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