Expertos en movilidad, especialistas en industria y logística y gurús tecnológicos coinciden: la llegada de la tecnología 5G a nuestras vidas será comparable al uso del carbón en la Revolución Industrial. Si este mineral permitió la expansión del ferrocarril, el 5G (o quinta generación de tecnología móvil) permitirá hacer realidad ideas futuribles como las drones, los robots y la hiperconectividad. Más allá de comparaciones, lo cierto es que organizaciones como el Observatorio Español del 5G estiman que el aumento de la velocidad de conexión, la reducción al mínimo de la latencia (tiempo de respuesta de la red) y la multiplicación exponencial del número de dispositivos conectados entre sí no solo materializarán comodidades hasta ahora no palpables, sino también una oportunidad de negocio para miles de empresas en nuestro país.
En 15 años, esta tecnología aportará unos 11.200 billones de euros en bienes y servicios a la economía mundial (unos 22,3 millones de puestos de trabajo y un crecimiento de unos 1.800 billones de euros al PIB global), según el último estudio de la compañía californiana de procesadores Qualcomm Technologies. Una realidad para la que ya se está preparando una de las actividades económicas que más ha crecido durante la pandemia a causa del incremento del e-commerce y los nuevos hábitos de vida: el sector logístico. La nueva (y potente) red inalámbrica que trae el 5G aportará a las cadenas de suministro una rapidez y efectividad nunca vista, que se transformará en una mayor rentabilidad en la gestión de los procesos de producción y distribución. Esta nueva red amenaza (para bien) con cambiar la forma en la que nos abasteceremos en la próxima década, dese la forma en la que se gestionarán nuestras compras hasta la forma en la que estas llegarán a nosotros. ¿Qué procesos está transformando esta tecnología?
Robots autónomos el doble de rápidos
El ahorro de tiempo y la flexibilidad serán dos de los frutos que esta nueva tecnología llevará a los centros logísticos en sus procesos de almacenaje y de distribución de mercancías. Para muchos expertos, como Enrique Ramírez, director de Sistemas de Información de Correos, la clave es la potencialidad que puede ofrecer la red inalámbrica del 5G. La baja latencia permitirá, comenta Ramírez, que los robots que ahora ordenan y distribuyen de manera autónoma los paquetes de dichos almacenes puedan interactuar y procesar información entre ellos de una manera más rápida, más segura y, sobre todo, sin estar conectados a una centralita de control. Prueba de la eficacia que se puede conseguir con está implantación es la que ha conseguido la empresa surcoreana de telecomunicaciones KT Corporation: tras la implantación de nuevos carros autónomos con tecnología 5G en uno de sus centros logísticos, el tiempo ahorrado en desplazamientos se ha elevado al 50%. La traducción en eficiencia es fácil: el doble.
Una ambición que, según apunta el especialista en Innovación en 5G de Telefónica España Juan Cambeiro persiguen muchas grandes compañías españolas. “En algunos centros de logística nos encontramos que ya tienen hasta 600 robots que se dedican a ordenar paquetes. A veces tienen atascos dentro de las mismas instalaciones”, explica. Según Cambeiro, una red 5G es lo que garantiza que la comunicación sea óptima y los intervalos se reduzcan, lo que se traduce en que si la compañía logística que debe llevarte un paquete dispone de esta tecnología, llegará antes a tu puerta. Por otro lado, la incorporación de esta nueva tecnología está lejos de las pequeñas y medianas empresas. “Nos encontramos en el punto en el que son las grandes industrias como la automovilística o las empresas logísticas las que están comenzando a incorporar el 5G”, explica Ramírez.
Una apuesta por llevar el 5G a las pymes
Para Enrique Ramírez, director de Sistemas de Información de Correos, la incorporación del 5G en las ciudades es una oportunidad para crear proyectos colaborativos que permitan a los negocios locales aprovecharse de esa tecnología. “Un ejemplo es fomentar hubs logísticos que sea multiservicio y repartan los paquetes del comercio local de un pueblo”, apunta Ramírez. Para ello, antes es necesario que estos pequeños negocios estén totalmente digitalizados. Algo que no siempre es fácil para estas pymes. Por ello, y dentro de su departamento de Soluciones Digitales, Correos trabaja con pequeñas empresas para llevar a cabo su transformación digital, que van desde la creación de un sitio web con tienda online hasta la puesta en marcha de una app con métodos de pago seguro y la posibilidad de vender en varios marketplaces. A ello se une su servicio como operador logístico con los últimos avances tecnológicos (como el 5G), para lo que hace uso de sus 2.396 oficinas presentes por todo el país, lo que facilita la conexión y reduce los tiempos de los pedidos. Además, la empresa logística cuenta con Citypaq (servicio de taquillas inteligentes para la recogida, depósito y devolución de paquetes de e-commerce), que hace más fácil las entregas cuando los clientes no están en casa.
Los usos de esta nueva red de comunicación también transformarán estos almacenes en lugares más dinámicos y flexibles. La ausencia de cableado posibilitará, explica el especialista de Telefónica, aprovechar mejor el espacio y reducir costes de mantenimiento: “Estos espacios tienen mucho software e infraestructura IP: servidores, ordenadores… Y la tienen que tener en el local, deben tener una sala IP que requiere un mantenimiento, por ejemplo. Con esto no será necesario instalar toda esta infraestructura cada vez que se construya un nuevo almacén logístico. Esto permitirá a la empresa crecer, contraerse, variar…”.
Camiones que se convertirán en almacenes móviles
El segundo impacto se producirá sobre la forma de gestionar los envíos. La llegada del 5G brinda la posibilidad de que los vehículos de reparto sean más autónomos, incluso que se desarrollen rutas no tripuladas debido al nivel de predicción que tendrán gracias a la gran información de su entorno con la que contarán al estar hiperconectados con otros automóviles, pero también con las señales de tráfico de las ciudades. Lo que proporcionará, también gracias a la baja latencia y la inteligencia artificial, tejer rutas a tiempo real para envíos más rápidos y eficaces.
Entre las iniciativas que algunas empresas del sector logístico están estudiando, el director de Sistemas de Información de Correos, Enrique Ramírez, destaca la idea de los vehículos lanzadera que se trasforman en pequeños centros logísticos móviles. “Es decir, almacenes móviles que pueden ser operativos, por ejemplo, en un área de descanso. Sería el caso de un tráiler que hace rutas de paquetería y que, en una determinada época de alta demanda, se pueda convertir en un hub, es decir, su conversión en un almacén dinámico”, explica.
Otra propuesta es movilizar en carretera a varios camiones de paquetería de los que solo el primero está tripulado por una persona. “Los demás son autónomos y están conectados al primero por 5G. Es un tráfico rodado más seguro y que ahorra combustible debido a la robotización de la conducción, al existir más rebufo y menos aceleración, por ejemplo”, cuenta Cambeiro. Una vez que esta flota se acerca a la ciudad, los camiones se van desglosando de la cadena para llevar su suministro directamente a un almacén o para ser tripulados por un ser humano.
Estas incorporaciones también tienen un cariz sostenible que mejorará la vida de las ciudades. “Ahora, la rapidez de los pedidos la estamos consiguiendo a base de fuerza bruta con más vehículos y rebajar ese tiempo es incurrir en un coste monetario y en un impacto en la huella de carbono. Es raro dar una vuelta por tu manzana y no ver una furgoneta de reparto. En el momento que seamos capaces de hacer eso de una manera más eficiente y coordinada, el impacto sobre el tráfico, el ruido y la contaminación también va a ser mucho menor”, explica Ramírez.
Compras automáticas con tu nevera
Pero el 5G no solo revolucionará la logística a gran escala, sino también nuestras compras diarias, como las que llenan nuestro frigorífico o nuestros armarios, que se verán influidas por esta nueva tecnología. Por fin, podremos automatizar nuestro abastecimiento gracias a sensores de reconocimiento ubicados en nuestros frigoríficos y despensas y que estarán hiperconectados entre sí, que actuarán como auténticos mayordomos digitales. Esta aplicación igualmente se extiende a otros componentes de nuestro hogar, también inteligente, y que a través de un software predictivo puede avisarte de que necesitas, por ejemplo, comprar un repuesto para tu caldera antes de que esta se estropee. El Internet de las Cosas por fin llega con el 5G.
Podremos automatizar compras gracias a sensores de reconocimientos ubicados en nuestros frigoríficos o despensas
Otro aspecto, y el más novedoso, será la forma en elegir productos más concretos, como prendas de ropa o un perfume. Los comandos de voz no solo estarán en nuestro hogar, donde podremos chequear tiendas y ver productos en 3D, sino también se trasladarán a las tiendas físicas, a las que iremos para probar y comprar productos, pero que pagaremos más tarde cuando el negocio nos lo haya enviado a casa antes de nosotros hayamos llegado. Todo de forma automática con nuestros dispositivos.
Esta nueva red también será una oportunidad para aquellas empresas (y usuarios) que vivan alejados de los grandes núcleos urbanos. La instalación de antenas 5G dejará atrás los costes y la compleja instalación de la fibra óptica, por lo que estar conectado desde zonas deshabitadas será ahora más factible que antes. “El tejido logístico tiene que llegar y entregar [paquetes] con la misma fiabilidad y eficiencia en un centro urbano que una zona rural. Si somos capaces de hacer eso con el 5G, superaremos el reto de la España vaciada”, dice Ramírez.
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