Sabin Merino amarga el estreno de Anquela en el Alcorcón

El Leganés siguió demostrando que como local es un equipo difícil de batir y que por Butarque pasan gran parte de sus opciones de ascenso tras imponerse (1-0) a un Alcorcón que encadena nueve derrotas seguidas.

Se estrenaba en el banquillo visitante Anquela y dio la sensación de que no había necesitado el técnico muchos días para formar un equipo serio, ordenado e intenso que le dificultase la vida al rival. Así, no se vio apenas nada notable de carácter ofensivo hasta que, en el minuto 20, Tarín cabeceó a las manos del portero una falta bien servida por Pardo.

Más clara fue la que tuvo al filo del descanso Borja Bastón, quien remató de primeras a la altura del punto de penalti un centro desde la derecha de Bustinza obligando a una gran intervención con una mano de David Jiménez.

No cambió eso el planteamiento del visitante. De hecho este pareció más incisivo a la vuelta del descanso, inquietando en algunos acercamientos. Sin embargo, fue el Leganés quien fue capaz de adelantarse cuando Rubén Pardo filtró una gran asistencia hacia Sabin Merino para que este, con un potente disparo, diera lustre al primer balón que llegó a sus pies.

Lo difícil estaba ya hecho para los de José Luis Martí, cuya principal misión a partir de ese momento pasaba por no dejarse sorprender e intentar aumentar la renta en un contraataque o en una acción aislada.

De lo primero hubo poco y el que mejor aspecto tenía lo cortó por lo sano Laure en el centro del campo, recibiendo la segunda amarilla. Ahí, y en un gol anulado por falta al Alcorcón, terminó de morir el enfrentamiento para satisfacción del anfitrión y desilusión de un cuadro amarillo que continúa buscando un buen resultado sobre el que impulsarse.

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