La Real logró un empate
de
gran
valor ante el AZ Alkmaar ya que le otorga el goal average frente a los holandeses que, muy mejorados en calidad y agresividad respecto a Anoeta, hicieron sufrir a los blanquiazules. El conjunto local, de hecho, gozó de las mejores ocasiones en un encuentro muy abierto y del que la Real sale con la clasificación hacia dieciseisavos bien encarrilada.
Imanol apostó por Januzaj como sustituto de Silva en un ‘once’ reconocible, con Zubimendi en el eje de la medular, Merino junto al belga y un tridente clásico: Portu, Isak y Oyarzabal. De las botas del belga salieron las mejores opciones de la Real en una primera mitad en la que, cuando más controlado parecía tener el encuentro, se llevó un par de sustos fruto de la calidad del AZ.
Alkmaar-Real Sociedad, en imágenes
Januzaj, sin embargo, pareció siempre más cómodo cuando apareció por su posición más natural, acostado a la banda derecha. Por dentro empezó concentrado, en especial en las tareas sin balón, pero se fue dispersando para generar un agujero más grande del recomendable en la medular, por donde crecieron un par de veces los holandeses.
El extremo belga botó de forma espectacular un córner en el minuto 11’ para generar la primera ocasión de la Real, aunque Isak no llegó a rematar a placer ya que un defensa lo evitó. Más clara fue la opción de Januzaj, con la sociedad a la inversa, cuando remató un pase atrás del sueco ya dentro del área pero el balón se le fue arriba al botarle antes.
La Real, de menos a más en la primera parte, parecía dispuesta a aplicar su rodillo un día más cuando una preciosa combinación del AZ, saliendo desde su área para terminar en la de la Real, estuvo a punto de darle el 1-0 en el minuto 29. Koopmeiners remató dentro del área un pase atrás de Wijndal y Oyarzabal, primero, se cruzó de forma providencial para que después Remiro, cayéndose, desviara a córner junto al larguero. Fueron los peores minutos de los txuri urdin ya que en el 34’, un tiro desde el pico del área derecho de Stengs, con rosca y al palo largo, se fue lamiendo el palo de Remiro.
Superada esa pequeña crisis la Real terminó el primer acto golpeando ya que Oyarzabal a punto estuvo de marcar mediante un disparo desde el borde del área que desvió un defensa cuando iba a puerta en el minuto 42.
La Real sufrió de lo lindo en el inicio de la segunda parte. Con dificultades para salir de su campo con el balón dominado, muy deslavazada, dejando mucha grietas entre sus línea, recibió tres directos que casi le cuestan el gol. Primero un disparo de Gudmusson dentro del área que repelió Zaldua en el 57’; en el córner que se derivó de esa jugada un cabezazo solo de De
Wit en el segundo palo que repelió Remiro de milagro y un minuto después un zambombazo a botepronto de Koopmeiners que se estrelló en el larguero. La Real estaba viva de milagro.
Calmó un poco las aguas en el ecuador de la segunda parte la Real para igualar el encuentro aunque le costaba tener el balón y, como consecuencia, crear ocasiones. Hasta el minuto 80 no dio señales de vida en el área holandesa. Oyarzabal provocó con una gran conducción una falta en la frontal que disparó Roberto
López. Bizot respondió con una gran parada.
Los últimos minutos, con el partido muy roto, fueron una ruleta rusa. Primero se salvó la Real cuando Boadu y Aboukhlal le cogieron en una transición y el centro del primero lo remató a puerta vacía de cabeza el segundo. Y después la tuvo la Real, tras una conducción hasta el punto de penalti de Merino que le dio un pase de la muerte a Willian que no llegó. En el córner subsiguiente, la acción individual de
Barrenetxea tras el rechace derivo en un centro que remató Monreal y desviaron a córner.
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