Diego
Antonio
Molina, uno de los empleados de la funeraria que se había fotografiado el miércoles con el cadáver de Diego
Maradona, se entregó en una comisaría a causa de la investigación policial iniciada tanto por los apoderados legales del difunto como por la ex esposa y las hijas del ’10’.
Molina se presentó junto con su abogado en la Comisaría Vecinal 15A de la Policía de la Ciudad, del barrio porteño de Chacarita, en una investigación de oficio que inició la Fiscalía por presunta profanación de un cadáver y la violación de derechos personalísimos, ambos delitos por lo que los tres involucrados no pueden quedar detenidos.
Uno de los involucrados pidió disculpas en ‘Radio 10’
En tanto, Claudio
Fernández, otro de los involucrados en esta acción, se expresó en declaraciones a ‘Radio
10’ y pidió disculpas: “Estábamos acomodándolo antes de llevarlo y mi hijo, como todo pibe, levantó el pulgar y ahí se sacó la foto”.
A raíz de estas investigaciones el jueves por la noche se había estipulado el allanamiento de la casa de sepelios Pinier, cuyos dueños se había desligado de esta acción de sus tres empleados.
Los tres exempleados de la funeraria Sepelios
Pinier, que trabajó con el cadáver del astro del fútbol fallecido a los 60 años el miércoles, habían sido citados a declarar por la Fiscalía Penal, Contravencional y de Faltas Número 25.
La causa investiga la publicación de fotografías por parte de empleados con el cuerpo de Maradona, unas imágenes que fueron tomadas antes de que el cuerpo del Diego saliera hacia la Casa
Rosada, donde se lo veló, y se viralizaron para dar la vuelta al mundo en la jornada del jueves.
Las fotografías originales muestran el cuerpo sin vida de Maradona, que no se ha podido ver de ninguna otra manera puesto que el velatorio fue con el féretro cerrado.
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