Un laboratorio estadounidense, con la ayuda de cientos de voluntarios que han prestado la energía de sus computadoras, ha logrado identificar 70 componentes químicos que serán probados para futuros fármacos contra el coronavirus, unos resultados que aportan nuevas herramientas a la amplia comunidad científica involucrada en la lucha contra el COVID-19.
Más de 67,000 voluntarios de todo el mundo, en su mayoría personas comunes y entusiastas de la ciencia, han cedido “poder computacional” de sus ordenadores de mesa y teléfonos inteligentes al proyecto OpenPandemics, llevado a cabo por los científicos del laboratorio Scripps Research, con sede en San Diego, California.
En mayo pasado, los investigadores echaron a andar esta iniciativa junto con World Community Grid, un esfuerzo filantrópico de IBM que ha concretado la potencia de procesamiento masiva necesaria para realizar los experimentos virtuales.
Gracias a la ayuda de los voluntarios, el laboratorio ha conseguido el equivalente a 70,000 años de potencia; es decir, el tiempo que hubiera necesitado un solo procesador para completar las 168 millones de tareas que han desarrollado desde mayo.
Durante este tiempo han analizado unos 80 millones de moléculas candidatas hasta identificar 70 compuestos químicos, que ahora están programados para pruebas de laboratorio.
“Los resultados experimentales proporcionarán un excelente punto de partida para el desarrollo de posibles fármacos candidatos, lo que requerirá un gran esfuerzo e inversiones financieras”, dijo a EFE Estefano Forli, de Scripps Research y director del proyecto.
Agregó que todos los datos y métodos que se desarrollen en estos experimentos serán puestos a disposición de otros investigadores del mundo académico y de la industria farmacéutica “para desarrollar derivados mejores y más efectivos, que con suerte conducirán a un fármaco”.
Forli indicó que incluso se quiere desarrollar una infraestructura de software reutilizable que permitirá a investigadores de todo el mundo “iniciar los esfuerzos de respuesta rápida contra futuras pandemias”.
LA VACUNA Y LOS MEDICAMENTOS
“A medida que el COVID-19 continúa barriendo el mundo, la búsqueda de posibles tratamientos se vuelve aún más urgente”, destacó a EFE Juan Hindo, directiva de World Community Grid, el otro brazo operativo en este proyecto.
En esa línea, Forli manifestó que, aunque el desarrollo de una vacuna en tan corto tiempo “ha sido un logro notable de la comunidad científica”, los medicamentos constituyen “una herramienta terapéutica imprescindible para tratar a pacientes que aún no han recibido la vacuna, o que tienen enfermedades graves que les impiden vacunarse”.
El investigador resaltó que para que la vacuna sea eficaz “será necesario producir varios miles de millones de dosis para proporcionar una cobertura suficiente a la población mundial”.
A la vez, el almacenamiento y la distribución “plantean importantes desafíos logísticos y podrían limitar la difusión de la vacuna a determinadas regiones”.
La importancia de los fármacos se relaciona al mismo tiempo con el hecho de que, como opina Forli, “las vacunas brindan una protección amplia pero no completa, y aún es muy pronto para anticipar si el virus mutará y cómo lo hará”.
ESFUERZO COLABORATIVO GLOBAL
Desde 2004, y con apoyo de su tecnología para la nube de datos, World Community Grid ha apoyado la búsquedas de tratamientos más efectivos contra el cáncer, el VIH/SIDA y las enfermedades tropicales desatendidas, entre más de una treintena de proyectos en los que han participado 650,000 personas y 460 organizaciones.
Hindo puso de relieve que los investigadores tienen “muchos más compuestos virtuales para analizar” y en ese sentido es importante aumentar de forma significativa y “lo más rápido posible” el número de voluntarios actuales para que Scripps Research pueda lograr sus objetivos de investigación.
La directiva resaltó que con los hallazgos logrados en OpenPandemics, “los investigadores planean crear una infraestructura de software para agilizar el proceso de búsqueda de posibles tratamientos para otras enfermedades”.
Mientras se siguen enviando datos a World Community Grid, “ya que hay muchos más compuestos potenciales que podrían identificarse” a través del proyecto, este esfuerzo global proseguirá con otros proyectos en curso que estudian el cáncer, la tuberculosis, los patrones de lluvia y el microbioma humano.
“Los científicos de Scripps Research ya han logrado mucho, pero para llevar a cabo una búsqueda exhaustiva a esta escala, necesitamos la ayuda de aún más voluntarios. Invitamos a todos a unirse a este esfuerzo”, remarcó.