Todos los partidos están marcados en rojo cuando un equipo se encuentra con el agua al cuello, todos son vistos como una oportunidad. Pero hay citas y citas y la del RETAbet frente al Casademont Zaragoza es de las que llevan incorporada la banda sonora de una película de terror (Príncipe Felipe, 17 horas). Un cara a cara entre rivales directos por la salvación, aunque los aragoneses se tomaron un respiro ganando en Andorra el viernes. El infortunio se cebó con los hombres de negro en la pasada jornada frente a Estudiantes, recuperaron algo de moral venciendo en Bolonia en la BCL y ahora necesitan alimentar su casillero de triunfos y así dejar de mirar a su alrededor para obtener una relativa tranquilidad.
El Bilbao Basket es menos físico tras las últimas variaciones en la plantilla, pero dispone de más calidad a la hora de pasar el balón y generar situaciones favorables cerca del aro. Huskic y Miniotas se entienden. La pega es que sin Balvin pierde mucho, entre otras cosas poder de intimidación en la pintura, y sin Serron, baja la garra en defensa. A falta de que se produzca alguna incorporación para tapar estos huecos, deberá tirar con lo que hay. Más valdrá maña, e inteligencia, que fuerza.
Lo que requiere el RETAbet, de forma urgente, son los puntos de sus exteriores: Brown, Zyskowski, Kulboka… Cuestión de tiempo, según Mumbrú. “El problema sería no encontrar los tiros, si los encuentras y son buenos tiros, hay que hacerlos. Es nuestro juego, hay que seguir tirándolos y confiar en que cada vez que tiramos, los meteremos”, señaló en rueda de prensa.
El Casademont llega aliviado, esbozando una pequeña sonrisa después de colocarse con 3-10 en la clasificación. Con 2-10 aparece el Bilbao Basket, un triunfo hoy y mirará por el retrovisor a un conjunto maño que pasó por encima del MoraBanc desde el tramo final del segundo cuarto (83-98). Tuvo a tres jugadores por encima de los 20 de valoración: Brussino (28), Thompson (25) y Ennis (24). Y fue la primera victoria con Sergio Hernández, exseleccionador de Argentina, en el banquillo.
No es algo que sorprenda a Mumbrú, tal y como reconoció el viernes por la mañana, antes del triunfo de los aragoneses en Andorra: “Llevan una serie de partidos en los que están muy cerca de la victoria y, en estas situaciones, a la larga acaban cayendo las victorias”. Además, “se han reforzado bien” en las últimas semanas con las llegadas de TJ Bray y Font. Se presupone un duelo de tensión dado que ambos equipos están en la zona baja, sin embargo, “más que tener los nervios templados”, lo que Mumbrú demanda a su plantel es “buena actitud”, sobre todo viendo los precedentes. El Casademont ganó con comodidad en el único choque del pasado curso (84-61) y en pretemporada se paseó en Miribilla (70-100).
La victoria en Bolonia “ayudó anímicamente” a un RETAbet que, a juicio de su coach, está desarrollando “un mejor baloncesto últimamente con las incorporaciones de Goran (Huskic) y Regis (Miniotas)”. Pero esas buenas intenciones deben traducirse en hechos sobre la cancha y esta tarde se presenta una nueva ocasión en el Príncipe Felipe. La rotación está mermada, sin embargo la buena noticia para Mumbrú es que el tiempo juega a favor de Hakanson. Las secuelas del Covid van remitiendo, esta semana ha trabajado “con normalidad” y se encuentra preparado para ofrecer minutos de cara a no sobrecargar a Rousselle en la dirección.
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