El esperado regreso de Fede Valverde en el derbi tras un mes lesionado ha supuesto un alivio para Zinedine Zidane, que no podrá contar con Carlos Henrique Casemiro ante el Athletic después de que el brasileño viera la quinta amarilla en la jornada anterior.
El uruguayo, uno de los fijos para Zidane hasta que cayó lesionado en Mestalla hace más de un mes, tiene muchos números para ser de la partida en un Madrid en el que se esperan varias rotaciones tras la exigente semana pasada. El dinamismo de Valverde, su despliegue físico y su capacidad para aparecer en casi todas las zonas le han convertido en una pieza esencial en los planes del preparador marsellés, obligado a dar descanso a alguna pieza para el choque de mañana en el Di Stéfano.
Luka Modric, titular y líder del Madrid en los tres últimos partidos, apunta a empezar el partido de mañana en el banquillo y su lugar en el flanco derecho de la medular podría ser para el charrúa, que ya le ganó la batalla por la titularidad en el arranque de la temporada.
Hasta que se produjo su fisura en la espinilla de la pierna derecha, Valverde se había convertido en un jugador imprescindible para Zidane hasta el punto que acumulaba 11 partidos disputados y 810 minutos jugados. La inoportuna lesión le privó de participar en algunos de los partidos más importantes del Real Madrid esta temporada, incluidos los de Champions ante Inter de Milán en San Siro, Shakhtar en Kiev o el decisivo ante el Borussia Monchengladbach de la semana pasada.
En Liga causó baja en el empate ante el Villarreal, en la derrota ante el Alavés y en el triunfo en el Sánchez Pizjuán. Ahora, a las puertas de fin de año, Zinedine Zidane recupera a uno de sus jugadores más importantes.
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