No es habitual escuchar tacos en las comparecencias públicas del mundo del fútbol, sin embargo a veces se desliza alguno con objeto de remarcar un mensaje. Garitano optó en Mestalla por una contundente afirmación que ya utilizó Guardiola, aunque el fondo de la misma es bien distinto. El técnico del Athletic quería hacer una defensa a ultranza de uno de sus jugadores mientras que el de Santpedor tiraba con bala hacia su rival en el banquillo.
“En esta sala Mourinho es el puto amo, el que más sabe del mundo, no quiero competir ni un instante”, aseguró Guardiola en el mismo Bernabéu antes de disputar una semifinal de Champions en 2011. Se le agotó la paciencia y estalló. No quería entrar en guerras dialécticas con el portugués porque sabía que tenía las de perder. Ninguna relación con lo expresado por Garitano en Valencia cuando fue preguntado por los recientes errores de Simón: “Tengo máxima confianza en Unai, es un porterazo y estamos a muerte con él. El año pasado nos dio muchísimos puntos, es el puto amo”.
Se produce después de que al deriotarra se le pusiera en la picota por la reiteración en señalar que carece de delanteros específicos, por cuestionar que el Athletic no tenga potencial para ganar dos partidos seguidos o por el manido “peaje” de los jóvenes. Quizás de puertas hacia dentro sea capaz de transmitir mejor el mensaje, sin embargo estas palabras no eran las más adecuadas para inyectar moral a la tropa. La del otro día, en cambio, era justo la declaración que demandaba el momento.
Simón ha encadenado tres fallos gruesos que han costado puntos, pero Garitano le ha mostrado su apoyo incondicional en sala de prensa. Otro asunto es que el técnico y Aitor Iru llamasen a capítulo al portero el domingo en el interior de Lezama y mantuvieran una conversación viendo el vídeo del choque. Aunque lo cierto es que son errores tan flagrantes que poco hay que decir. Es cuestión de concentración.
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