“Ha sido una semana dura” en el Bilbao Basket debido a la abultada derrota sufrida en Zaragoza. Momentos de reflexión. La imagen de Alex Mumbrú en un tiempo muerto en el Príncipe Felipe poniendo los puntos sobre las íes a sus jugadores fue llamativa, pero solo era un toque de atención de cara a encontrar el rumbo perdido. “Lo que buscas es una reacción rápida de los jugadores cuando ves que las cosas no están saliendo, que estamos haciendo aguas por todos los lados y, sobre todo, que anímicamente estamos fallando y bajamos un poco los brazos”, explicó el coach en sala de prensa.
Un plus de garra e intensidad que va asociado al escudo y que Mumbrú insistió en que siempre esté presente sobre la pista. Especialmente ahora que los resultados no llegan, es innegociable: “Tenemos que jugar bien a baloncesto, pero no nos podemos permitir dejar de luchar. Tenemos que luchar 20 abajo, 15 arriba, en cada minuto, en cada segundo. Tiene que ser nuestro ADN y el otro día noté que en algún momento faltó. No por que los jugadores no quisieran luchar, sino por el desánimo. Parece que les culpé a ellos, pero ni mucho menos. Fueron las circunstancias del partido, buscas una reacción y volver a seguir luchando”.
Tiene que ser nuestro ADN y el otro día noté que en algún momento faltó. No por que los jugadores no quisieran luchar, sino por el desánimo. Parece que les culpé a ellos, pero ni mucho menos
Se juntaron varios factores que generaron el tropiezo de Zaragoza. “Fallaron muchas cosas”, en opinión de Mumbrú, tanto tácticas como de cabeza. “Puede ser que hubiera problemas de actitud en algún momento, pero más por ver que no llegábamos, que lo intentábamos y estábamos fallando cosas muy fáciles. Entramos en el desánimo y nos dejamos llevar y cuando el Zaragoza vio que había un poco de sangre, aprovechó para seguir apretando”, detalló.
Rousselle y Huskic tiraron de autocrítica, algo que, para el entrenador, “habla de la implicación” existente en el vestuario.
El 2-11 hace que se vea negro el cielo, “cuando se juntan derrotas los jugadores no valen, los entrenadores no valen, Miribilla no vale; no vale nada y parece que todo está en contra”. Mumbrú reclamó calma y hacer piña: “Tenemos que saber quiénes somos, dónde vamos y de dónde venimos. Es importante que aunque hayamos tenido años buenos, hay que saber sufrir estando abajo en la clasificación. Es el momento de apoyar y de estar unidos”. Paciencia. “Esperar a que llegue nuestro momento”, recalcó un técnico que se mostró “convencido de que habrá un punto de inflexión”. ¿Quizás el domingo en Fuenlabrada? El RETAbet no está en descenso, aunque solo gracias al average general. “Es inevitable mirar la clasificación, la mira todo el mundo. Es obvio que estamos en la parte baja, pero si ganas dos partidos te vas para arriba como le ha pasado al Zaragoza”, manifestó.
El despegue en el Fernando Martín lo tendrán que impulsar los que están a pesar de que el Bilbao Basket haya firmado esta semana a Jenkins y a Aminu. El americano llegó ayer a la capital vizcaína y hoy ha completado la primera sesión con sus nuevos compañeros, totalmente en fase de adaptación a los sistemas. Echará un cable en la medida de lo posible. El nigeriano, por su parte, debe cumplir con trámites burocráticos y con las habituales PCR de los tiempos que corren. Mumbrú trabaja con la idea de contar con el nuevo cinco el lunes para que pueda debutar el miércoles frente a la Fortitudo Bolonia.
Jenkins deberá acelerar los plazos porque Hakanson no ha entrenado durante toda la semana. Se torció el tobillo en el tercer cuarto de Zaragoza y “hay muy pocas posibilidades de que pueda jugar el domingo”. El técnico echa de menos disponer de “continuidad”. No la ha tenido en toda la campaña: “Con la llegada de los nuevos estamos pasando mucho tiempo para que entiendan la filosofía del equipo más que pudiendo avanzar como grupo, esto a veces nos retrasa un poco”.
Dos incorporaciones temporales que llegan a Miribilla para cubrir los huecos de Balvin y Serron. Jenkins posee “un perfil anotador, un buen tiro que además puede ir para dentro, que ha estado en Europa y que conoce bien la ACB”. Aminu cumple “un rol más defensivo, algo más parecido a Balvin, quizás no con tanto peso y sí por ser más atlético”. Espera que el nigeriano aporte “solidez” en la pintura propia porque se trata de “un jugador veterano que lleva años por Europa”.
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