“Hasta el momento no hay evidencia de que la nueva variante del virus SARS-CoV-2 tenga mayor virulencia o mortalidad”, expresó López-Gatell.
Al citar lo dicho por la Organización Mundial de la Salud (OMS), Hugo López-Gatell Ramírez, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, sostuvo que cerrar vuelos provenientes del Reino Unido no tendría una contribución específica para reducir el riesgo por la nueva variante del SARS-CoV-2.
En conferencia matutina, afirmó que a lo largo de la epidemia han existido múltiples mutaciones en el virus, y que periódicamente, cuando surgen comunicaciones públicas de grupos científicos o agencias científicas de los gobiernos, sale una ola de información que refiere que la mutación pudiera implicar que el virus se ha transformado en un organismo más agresivo, más virulento y más dañino para la humanidad.
“Cada vez que surge esta información hay que aclararlo y ponerlo en una dimensión de acuerdo a la información técnica y científica. Se llama variante bajo investigación. El 14 de diciembre, autoridades del Reino Unido informaron que se había identificado una nueva variante del virus. Los primeros casos son desde septiembre de 2020, es un elemento importantísimo, es probable que ya circule en múltiples lugares del mundo. Es una variante que tiene múltiples mutaciones, no es una sola, por eso se llama variante”, explicó.
“Hasta el momento no hay evidencia de que la nueva variante del virus SARS-CoV-2 tenga mayor virulencia o mortalidad. Tampoco existe evidencia de que las vacunas no protejan contra la nueva cepa”.
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López-Gatell hizo hincapié en lo señalado por la OMS, la cual, enfatizó, “explícitamente desaconseja el cierre de vuelos provenientes del Reino Unido porque no hay evidencia de que esto represente una amenaza adicional a la salud pública diferente del hecho mismo de tener el virus propagado por todo el mundo y esta variante propagada, muy probablemente, por múltiples países”.
Reconoció que esta aseveración podría ser distinta a la que intuitivamente podría parecerle lógica a las personas que no están familiarizadas en el campo, esto es, que un virus se puede detener con una barrera física o con cerrar los puertos aéreos, marítimos o terrestres.
“No hay evidencia al respecto. El reglamento sanitario internacional vigente que procede de 2005, estableció un cambio radical en las prácticas de sanidad internacional derivado de décadas de conocimiento científico. Se identificó que prácticas ancestrales que vienen desde la era antigua y se preservaron en la edad media y que se habían conservado en parte del siglo XX, en donde se utilizaban mecanismos de restricción de la movilidad, no tenían evidencia científica de ser suficientemente útiles y efectivos. En cambio, afectan gravemente la movilidad de las personas y bienes, y afecta por lo tanto el bienestar de las poblaciones”, subrayó.
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El pasado fin de semana, Reino Unido confirmó la detección de una nueva cepa del SARS-Cov-2, que podría propagarse más rápidamente y provocar un aumento de los casos.
Este lunes, el Centro Europeo de Prevención y Control de Enfermedades informó este lunes que la nueva mutación del coronavirus es un 70 por ciento más contagiosa que las otras, pero no más grave.
De acuerdo con los estudios más recientes del organismo, no hay evidencia de que esta cepa sea más infecciosa aunque estiman que su tasa de reproducción puede ser de un 0.4 más.
Hasta el momento varios países como Bélgica, Austria, Alemania, Italia, Francia, Suecia, Noruega, Países Bajos, Irlanda, Turquía, Letonia, Portugal y Bulgaria han suspendido los transportes con Reino Unido.