El ‘caso Thomas Heurtel’ ha acabado explotando de la peor manera posible, con un desencuentro irreconciliable entre el jugador y el Barça. Una jugarreta (la del jugador), un error (el del club) y un cabreo (el de los responsables del club) marcan esta historia, preludio del final de etapa del base francés en el Barça.
LA MENTIRA DE HEURTEL
El Barça y el jugador se encontraban a finales de la pasada semana negociando la rescisión de contrato del jugador, que no estaba encajando el rol que le pedía su entrenador, Sarunas Jasikevicius. Todo estaba pensado para que el jugador pusiese rumbo al Fenerbahce y el club azulgrana estaba por la labor de dejarle ir. Aprovechando que el Barça tenía que jugar este pasado martes en la ciudad turca, Heurtel pidió ir en esa expedición, pero en realidad era todo un paripé y el base francés está planificando su salida hacia el Real Madrid, una mentira que el Barça descubre en las siguientes horas.
EL PRIMER ERROR DEL BARÇA
El Barça permite a Heurtel viajar a Estambul con el resto del equipo para solucionar su traspaso al Fenerbahce, algo que lógicamente ahora es visto como un grave error, aunque se enmarca dentro de una situación de buena voluntad. De hecho, el base francés incluso hace la sesión de tiro en la sesión de entrenamiento del lunes por la tarde. El lunes por la noche comienzan a llegar rumores desde Madrid en el sentido de que el destino de Heurtel es el Real Madrid, algo que el Barça acaba confirmando.
EL CABREO DEL BARÇA
El enfado de los responsables del club azulgrana es mayúsculo al descubrir que Heurtel les ha mentido y que se está negociando un contrato de salida para que se vaya a un club, Fenerbahce, mal posicionado en la Euroliga, cuando en realidad se va a ir a otro, el Real Madrid, eterno enemigo y rival deportivo directo. Ahí llega el segundo error del Barça al no permitirle regresar con el resto del equipo, aunque sí le facilitara el regreso al margen de él al día siguiente y le facilitara hotel, etc, etc. Lo correcto hubiera sido asumir el primer error (dejarle ir a Estambul) y tragarse el enfado.
¿CUÁL ES LA SITUACIÓN AHORA?
Muy complicada. El club y el representante del jugador, que lógicamente se puede entender que ha actuado con una ética que podríamos definir, como mínimo, de muy discutible, están buscando una salida a un caso que tiene una resolución compleja. No hay fecha fijada para llegar a una solución. El Barça tiene entrenamiento este jueves y el jugador tiene la obligación de presentarse, aunque lo más probable es que se le mande al gimnasio o a cualquier sitio al margen del primer equipo. Obviamente, el acuerdo de salida que se estaba planteando ha quedado en papel mojado.
¿CÓMO SE RESOLVERÁ ESTO?
La mejor solución para todas las partes sería que algún club aceptase fichar a Heurtel y se llegara a un acuerdo, aunque la situación económica de las entidades en general no está para lanzar cohetes. Podría ser el Real Madrid, aunque en ese caso el Barça endurecería lógicamente las condiciones de salida, porque se trata del rival más directo posible. Las posibilidades de que las aguas vuelvan a su cauce son, por otra parte, muy remotas después de lo que ha hecho el jugador. Heurtel, obviamente, ha quedado cruelmente retratado con su jugarreta, lo mismo que le ha pasado al Barça con su calentón al descubrir la traición.
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