Pocas veces la NBA nos deja palizas como la que anoche recibieron Los Angeles Clippers a manos de Dallas Mavericks. Los tejanos, liderados por un gran Luka Doncic, humillaron al equipo de Ty Lue para acabar ganando por una diferencia superior a los 50 puntos. El resultado final, de 124 a 73, refleja la realidad de un encuentro que jamás tuvo historia.
El inicio del partido dejó claro que la balanza iba a inclinarse de parte de los de Dallas anoche. Un primer parcial de 25-6 a favor de los Mavericks no presagiaba nada bueno para unos Clippers que no contaban con su estrella, Kawhi Leonard, ausente tras el golpe que le asestó su compañero Serge Ibaka dos días antes.
Sin embargo, nadie podía esperar un ridículo así de los angelinos. En vez de disminuir o asentarse, la diferencia en el marcador siguió creciendo durante toda la primera parte, tomando tintes dramáticos y convirtiéndose en la mayor ventaja de cualquier equipo en la historia a su paso por vestuarios, 77 a 27.
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La noche no hacía presagiar nada bueno y muchos se preguntaron si los Mavericks serían capaz de superar las marcas históricas de otras grandes palizas. Finalmente no fue así, y Dallas echó el freno. O al menos, decidió no hacer sangre. En la segunda mitad los tejanos se dejaron llevar, sin permitir a su rival recortar distancias pero sin aumentar su renta.
Un tercer cuarto con 30-27 de parcial para los angelinos y un último asalto en el que volvían a imponerse los de Rick Carlisle, esta vez por 20 a 16. El marcador final, con diferencia superior a los 50 tantos, reflejaba un partido absolutamente roto desde el primer minuto.
No hubo grandes actuaciones individuales porque las rotaciones de ambos equipos fueron larguísimas. Hasta 14 jugadores por parte de Dallas superaron la decena de minutos y 13 o más lo hicieron en el conjunto de Ty Lue, con ambos entrenadores aprovechando la coyuntura para dar descanso a los suyos.
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Luka Doncic terminó con 24 puntos, 9 rebotes y 8 asistencias aunque no podemos obviar que en una situación normal, jugando más de 26 minutos, podría haber cuajado una actuación estelar. Le acompañaron Josh Richardson, con 21 tantos, y Tim Hardaway Jr., con 18.
Por parte de los Clippers, que se vieron hundidos sin Kawhi, ni tan siquiera destacó Paul George. El alero firmó 15 discretos puntos y una pobre tarjeta de 4 tiros encestados en 13 intentos. Otros 13 tantos sumó Serge Ibaka y 10 más Zubac. Nadie más superó la barrera de los dobles dígitos.
Esta victoria sube la moral de unos Mavericks que no conocían aún la victoria esta temporada y que habían tenido duros enfrentamientos para iniciar el año. En el caso de los Clippers es su primera derrota, una casi humillante ante un futuro rival de Conferencia.
Tras el encuentro, Luka Doncic dejó claro que habían mostrado quiénes eran: “
la gente se apresuró a juzgarnos tras los dos primeros partidos pero es una temporada larga. Tenemos que centrarnos en la defensa, como hoy
”.
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