Arrancó el derbi de una manera un poco contraria a cómo empiezan los partidos en San Mamés. Acostumbrados a ver al Athletic mandando, presionando, agobiando al rival y generando ocasiones gracias a esa presión alta, el jueves se cambiaron los papeles y a la Real le bastaron los diez primeros minutos para adelantarse en el marcador y luego mantenerse seria para ver cómo pasaban los minutos sin sufrir.
Lo cierto es que quitando ese comienzo, la primera mitad se desinfló enseguida. La Real, teniendo en sus filas mucho más de lo que demostró, no hizo gran cosa y el Athletic, empezando un poco desubicado con alguna pérdida peligrosa, fue de menos a más pero también sin crear situaciones claras. Alguna jugada de
Berenguer
por banda izquierda profundizando hasta línea de fondo, pero sin consecuencias.
Muniain
estuvo entregado al trabajo de buscar balón por ambas bandas, pero sin encontrar ese último pase o esa jugada de desequilibrio. Les costó mucho a los locales encontrar a
Willi
y lo poco que lo hizo no sacó rédito.
Primera parte sin pena ni gloria y sin motivos de pensar que estábamos viendo un derbi. Falta de intensidad en las acciones y balones divididos, esos piques tradicionales, todo muy desdibujado. Echamos de menos un poco el condimento derbi que no aparecía en el verde. El tridente en la medular de los txuriurdines,
Guridi
,
Merino
,
Guevara
, sujetó bien lo poco que intentó el Athletic en la primera mitad.
La segunda parte tampoco nos dio opción de disfrutar del encuentro. Triple cambio local que prácticamente no se notó y la aparición de
Raúl
García
en escena un tanto desaprovechada por falta de balones aéreos tan habituales en San Mamés con esos centros por banda.
Lo cierto es que el jueves las bandas no fueron profundas, no hubo juego vistoso y casi ni ocasiones. La segunda mitad nos dejó un par de faltas frontales por cada equipo, la de los visitantes al larguero. Un tímido arreón en el minuto 92 con dos centros seguidos donde la Real se vio algo encerrada, pero fue casi un espejismo.
Partido relativamente tranquilo para
Álex
Remiro
con un Athletic bastante flojo en ataque. La Real Sociedad rompió la racha de 9 partidos sin ganar y lo hizo en el mejor escenario para ellos. Con 29 puntos en el casillero se mantiene tercera y los leones, con 18, están en la búsqueda de esas dos victorias consecutivas que les relance un poco en la clasificación y en la moral.
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