Ferran Aril: “Están matando al deporte”

Ni ayudas, ni futuro. El basket, como el resto de deporte catalán formativo y amateur, será uno de los grandes perjudicados de las nuevas restricciones impuestas por la Generalitat, que impedirán a los equipos ni siquiera entrenarse, al menos, hasta el próximo 17 de enero.

La situación resulta insostenible, como ha confirmado este martes el presidente de la Federació Catalana, Ferran Aril, que en conversación con MD ha querido manifestar lo que ya es indignación, ante la falta de respuestas por parte de los responsables políticos.

“Estamos muy tocados y la situación es insostenible”, asegura Aril. “Entiendo que es una situación sanitaria grave y complicada, y no quiero quitar hierro a la realidad, pero nos sentimos menospreciados. Hemos hecho todo lo que se nos ha pedido, retrasando las competiciones y siguiendo todos los protocolos que nos solicitaban. Entiendo que la situación es grave pero no comprendo que se permitan que algunos sectores puedan congregar a mil personas y en el basket, sin público, no dejen que entren 20”, ha añadido.

Tras once meses sin competiciones y total incertidumbre sobre su posible arranque, Aril considera que “en este momento ya hay que pensar que están matando al deporte”. Lamenta que ni siquiera se haya atendido la petición de que los deportistas puedan acogerse a una excepcionalidad del toque de queda, lo que complica que muchos puedan prepararse.

“El 97% del deporte es amateur y si no se alarga una hora o se permite la movilidad con la licencia no pueden entrenarse. Tampoco ha sido posible, dado el confinamiento municipal, que un jugador de Sant Adrià, por ejemplo, pueda ir a entrenar a Barcelona en determinados días”, explica.

Aril considera que estas nuevas restricciones, que obligarán a la Federació a rehacer nuevamente sus planes de calendario porque en enero no será posible iniciar competiciones, puedan tener graves consecuencias futuras: “Habrá un descenso de licencias en el futuro y ya hablo a nivel de deporte en general. No sé si es que no entienden nada o no saben… Hace once meses que no competimos y lo veo todo perdido”. Y eso sin entrar a fondo en el problema de las promociones a categorías estatales para el próximo año o los campeonatos de España, lo que puede redundar en reducción futura de cuotas de equipos catalanes en esas competiciones organizadas por la FEB.

El dirigente de la Seu d’Urgell explica que la única partida que ha podido cobrarse a los clubs es la correspondiente a las mutualidades, “porque por ley estamos obligados a ello si se entrena” pero no cuotas por licencias lo que, hasta el momento, ha tenido un impacto de dos millones y medio en las cuentas de la Federación, con todos los trabajadores en ERTE desde hace meses.

Juntamente con el presidente de la Federació Catalana de Fútbol, Aril mantuvo la pasada semana una reunión con el vicepresidente de la Generalitat, Pere Aragonès, y la consellera de presidència, Meritxell Budó, en la que “sólo hubo buenas palabras” pero indefinición total. Ni la presentación de un informe técnico, en el que se cuantifica en un 0,28% el impacto del Covid-19 en el deporte, hizo concebir esperanzas de apoyo.

“Estamos a cero”, subraya. “Ahora dicen que habrá una subvención de 25 millones de euros pero se lo llevarán las empresas privadas de fitness y los gimnasios. Si no nos dejan competir, al menos que nos den dinero para mantener instalaciones pero ni eso”, agrega.

La situación se hace más incomprensible cuando en el resto de comunidades ya se han puesto en marcha algunas competiciones. “Creo que sólo Euskadi y nosotros estamos así –explica Aril–. En Madrid ya hicieron pruebas en diciembre y en Valencia están jugando”.

Llegados a este punto, el máximo dirigente de la Federació Catalana asegura que se agotan los recursos de reivindicación. “Sé que han surgido ya plataformas y como Federació queremos estar al margen pero entendemos que los clubs están ya cansados. Hemos ido a ver a la máxima autoridad del Govern y si esta persona no nos da solución, ya no sabemos qué más hacer. Les hemos pedido que nos digan qué quieren porque lo haremos: burbujas, empezar en marzo, más protocolos… que nos lo digan”.