Un error de cálculo

Parece mentira que la salida del, hasta hace tres días, técnico rojiblanco nos haya pillado por sorpresa, cuando era algo que se venía cociendo a fuego lento en la planta noble de Ibaigane. La falta de continuidad de los leones en su juego, el número de derrotas acumuladas en el arranque del curso con un calendario amable y las sensaciones que transmitía el equipo en muchos partidos apuntaban en esa dirección.

A nadie le hubiera extrañado, o quizá no tanto, su despido tras caer ante Valladolid, Alavés, Osasuna o Cádiz. Derrotas con mala imagen. Por no retroceder tanto en el tiempo, también podemos quedarnos con el varapalo del derbi.

Se cayó por la mínima ante la Real, pero el equipo trasladó una sensación de inferioridad preocupante. Muchos esperábamos el relevo en el banquillo ese mismo día, pero la falta de noticias nos hizo pensar que Elizegi y su junta iban a ofrecer al deriotarra una nueva oportunidad ante el Elche. El enésimo match ball.

No olvidemos que hace pocos días, en la Asamblea, el presidente defendió a capa y espada el trabajo de Garitano y su proyecto de relevo generacional. Palabras que se ha llevado el viento. La derrota ante la Real fue la gota que colmó el vaso.

Estaba sentenciado pasara lo que pasara ante el Elche, así se demostró, porque el equipo ganó con una actuación más que digna. El error de la directiva no estriba en el cambio de rumbo en el banquillo, decisión que contaba con un respaldo amplio, sino en la forma de gestionar los tiempos.

Si tenían tan claro que Garitano no iba a seguir, debieron destituirle el mismo 31 de diciembre independientemente de si su apuesta, Marcelino García Toral, llegaba o no para el primer choque de 2021. ¿Acaso no podía sobrevivir el club un partido con Etxebe u otro técnico de la casa al frente?

Resulta imperdonable cargarse a un entrenador de la casa así. Están en su derecho, claro, y para muchos era una obligación; pero las formas cuentan y aquí han metido la pata. Elizegi debió mirar a los ojos a Garitano y explicarle la situación. Si hubieran apelado a su sentimiento y profesionalidad, igual incluso hubiera dirigido el partido ante el Elche como último servicio a la causa, pero con la verdad por delante.

A rey muerto, rey puesto.

Marcelino hará su debut hoy en el banquillo de San Mamés ante el Barça, uno de esos partidos en los que tiene mucho que ganar y poco que perder. En este tipo de compromisos los leones siempre se muestran competitivos y este Barca no asusta tanto como en temporadas pasadas.

Tengo ganas de ver como se adaptan los jugadores al clásico 4-4-2 del entrenador asturiano. Ver si Muniain ocupa el segundo puesto de delantero con Williams o con Villalibre y la ‘pantera’ en banda. Se abren muchas incógnitas y lo bonito a partir de ahora será hablar única y exclusivamente de fútbol. Sus declaraciones en contra del Athletic, creo que tienen que quedar en el pasado si bien es cierto que muchos ‘athleticzales’ le vigilarán con lupa hasta que les convenza, como hizo Raúl García en su día.


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