El líder del grupo ultraderechista Proud Boys, Enrique Tarrio, ha sido liberado tras ser arrestado el lunes en Washington, D.C., bajo cargos de destrucción de propiedad en relación con la quema de una pancarta con el lema Black Lives Matter de una iglesia histórica de la capital el pasado mes de diciembre, anunciaron las autoridades.
Una jueza de la Corte Superior de D.C. ordenó el martes que Tarrio debía permanecer fuera de la ciudad hasta su próxima comparecencia en junio.
El abogado de Tarrio pidió a la magistrada que limitara la orden de mantenerse alejado al área de Black Lives Matter Plaza, frente a la Casa Blanca, pero la jueza rechazó la solicitud, argumentando que la admisión de Tarrio de haber quemado el cartel y un foto parodia publicada a su cuenta en la red social conversadora Parler indicaba que el acusado tenía intenciones de destruir más propiedad en la ciudad.
La detención se registra solo dos días antes de que este y otros grupos fieles al primer mandatario lleven a cabo una movilización en el centro de la ciudad para protestar los resultados de las elecciones presidenciales celebradas en noviembre que dan como ganador al demócrata Joe Biden.
En el momento de su arresto, Tarrio, de 36 años, de origen cubano y oriundo de Miami, Florida, estaba en posesión de dos cargadores de armas de alta capacidad, indicó la Policía Metropolitana.
Tarrio es acusado de destruir propiedad de la Iglesia Metodista Asbury United, confirmaron las autoridades. Adicionalmente, otro templo, la Iglesia Episcopal Metodista Africana del área metropolitana presentó esta semana una demanda contra Proud Boys y su líder en la Corte Superior de D.C., acusándolos de invadir su propiedad privada y destruir un cartel con el lema Black Lives Matter.
A mediados del mes pasado, choques entre simpatizantes del presidente Trump y opositores terminaron en cuatro personas apuñaladas y unos 33 arrestados. Durante el transcurso de la noche, cuatro iglesias fueron vandalizadas. Dos de ellas, la Iglesia Episcopal Metodista Africana del área Metropolitana y la Iglesia Metodista Asbury United, tenían en su exterior pancartas que expresaban apoyo a Black Lives Matter que fueron destruidas.
En ese entonces, la Policía Metropolitana precisó que estaban investigando el incidente como un crimen de odio.
Días después de las manifestaciones, Tarrio reconoció su responsabilidad en la quema de la pancarta de la iglesia Metodista Asbury United, pero negó que haya sido por motivos raciales.
Proud Boys ha sido descrita como una organización neofascista y supremacista. Solo hombres pueden ser miembros y la FBI lo considera “un grupo extremista con lazos con el nacionalismo blanco” y ha sido designado por la organización antiracista Southern Poverty Law Center (SPLC) como un “grupo de odio”.
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