La marcha de Bale al Tottenham el pasado mes de septiembre alivaba al Real Madrid que se deshacía del jugador que más cobraba pero que no contaba para Zidane. Bale se marchó cedido por una temporada al Tottenham, club del que fichó por el Real Madrid que le paga la mitad de su alta ficha.
Las perspectivas de los dos equipos es que Bale se quedara en el Tottenham hasta acabar su contrato en 2022, pero la realidad es que el galés no ha cumplido con las expectativas puestas en él por el club inglés, empezando por Mourinho, su gran valedor.
El Tottenham no está por la labor de quedarse con un Bale que va de lesión en lesión y que ha marcado tres goles repartidos en 11 partidos. Sin duda, un fracaso ya que en Londres se esperaba mucho más de Bale que es la sombra del jugador que brilló en el Tottenham.
El hecho de que Bale regrese al Real Madrid es un auténtico problema para el club blanco que había planeado ingresar una buena cantidad de dinero por Bale este verano. Un dinero que iría destinado a realizar fichajes. Ahora, con el Tottenham dispuesto a devolver a Bale, el Real Madrid debe buscar una salida al jugador galés que mientras siga Zidane no quiere estar en e club blanco y que parece dispuesto a estar el año que le queda en el Madrid sin jugar, pero cobrando los 15 millones netos que percibe.
Bale, en un entrenamiento con el Tottenham
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