La borrasca en Balaídos fue el Villarreal

Nada de Filomena. En Balaídos la borrasca se llamó Villarreal. Un temporal de fútbol y goles desarboló al Celta en su estadio, en el que cayó con estrépito (0-4). Cuatro goles del ‘Submarino’ en la primera media hora de partido dejaron más que sentenciado el mismo y destaparon las carencias de un equipo vigués que, además de echar en falta en ataque al lesionado Iago Aspas, también echó mucho de menos al mediocentro peruano Renato Tapia, sancionado, un jugador que da equilibro a la medular celeste. Sin ambos jugadores, y con Nolito en la suplencia recién recuperado de su lesión, el Celta fue un juguete en manos del Villarreal, cuya efectividad en el área rival fue brutal: cuatro dianas en sus primeras cuatro aproximaciones.

Y eso que el equipo del ‘Chacho’ Coudet encaraba el encuentro ‘advertido’ tras haber encajado una manita de goles en la Copa del Rey ante el Ibiza. Pero ni por esas salió centrado. En el minuto 5, un pase ‘criminal’ de Okay a Denis Suárez no pudo ser controlado por este, Parejo le robó la cartera y sirvió el balón a Gerard Moreno para que batiera a Rubén. La primera, en la frente.

Solo nueve minutos después, y tras fallar Fer Niño a boca de gol, otro error en la salida de balón del Celta, en esta ocasión de Rubén, originó el 0-2. El portero entregó el esférico a Trigueros y este se lo puso en bandeja a Moi Gómez, que no perdonó desde dentro del área.

La ‘tormenta perfecta’ del Villarreal prosiguió. En el minuto 19, Dani Parejo botó una falta lateral, el balón se fue ‘envenenando’, pasó ante varios jugadores y se introdujo en el marco de Rubén.

La debacle del Celta se acabó consumando a los 30 minutos, cuando un saque en largo de Asenjo lo controló Gerard Moreno. Bajó el balón con tranquilidad en la medular y lo cedió entre los dos desubicados centrales (Murillo y Araujo) a Fer Niño, que en el mano a mano con Rubén le superó ‘picándoselo’.

Celta-Villarreal, en imágenes

Con 0-4 se llegó al descanso, no sin antes de que Fer Niño malograra otra gran ocasión y el Celta, por fin, apareciera en ataque con un remate de cabeza de Fran Beltrán que hizo lucir a Asenjo.

Tras el paso por los vestuarios, y con el choque visto para sentencia, Coudet solo hizo entrar al escocés Jordan Holsgrove por Miguel Baeza en un Celta que tiró de orgullo para no ver aumentada la humillación en el marcador. El Villarreal, lógicamente, levantó el pie de acelerador y el partido se igualó, que no el marcador, que acabó reflejando un elocuente 0-4 para reflejar lo que había sucedido en el césped: el paso por Balaídos de la tormenta Villarreal.

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