La semana inmediata a la festividad de los Reyes Magos la empezó el Real
Madrid con su viaje de nunca acabar hacia Pamplona el 8 de enero. La borrasca que asolaba la capital le complicó un vuelo que, finalmente, terminó saliendo de Barajas pero con el convencimiento de que sería muy complicado volver tras el partido.
Este inconveniente, les hizo a los blancos cambiar sus planes iniciales y viajar directamente desde Navarra hacia a Málaga, sin pasar por Madrid, y con la posibilidad de enlazar la ciudad de la Costa del Sol con Sevilla si el equipo accedía a la final.
Sin embargo, la derrota ante el Athletic les dejó la buena noticia de la vuelta a casa pero sin un título bajo el brazo. Desde luego que el Real Madrid contemplaba esta posibilidad pero si es cierto que, como mínimo, se dibujaba cayendo en la final y no en el escalón previo ya que, sobre el papel, eran favoritos ante los de Marcelino García Toral.
De la Supercopa, a la Copa
Ya en sus respectivos domicilios, a los jugadores les esperan unos días de descanso para coger fuerzas de cara a la Copa del Rey, cuya participación empieza este miércoles en Alcoy, Alicante.
El conjunto de Zidane se estrena en los 1/32 de la competición ante el equipo de Segunda B en un test en el que, como siempre en estos casos, tiene mucho que perder y casi nada que ganar.
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