El Barça vivirá este viernes (18:00 horas) en Moscú un test de altura que pondrá a prueba su recuperación de las últimas semanas. Los azulgrana, que llevan cuatro victorias seguidas tras un enero decepcionante, visitan al líder de la Euroliga, un CSKA que solo ha perdido uno de sus últimos catorce partidos de la competición y que aparece como el equipo más fuerte y regular de la presente temporada. El grupo de Sarunas Jasikevicius sabe que la victoria, además, tiene esta vez mucho premio, ya que devolvería al equipo a la lucha por la primera plaza (ahora está a dos victorias, con 13-6) y le dejaría en una posición inmejorable de cara a acabar en una de las cuatro primeras posiciones al final de la fase regular, las que dan ventaja de campo en los playoff. Hay que recordar que el Barça superó al CSKA en el Palau (76-66) en el primer partido de ambos equipos en la presente Euroliga y una nueva victoria hoy daría a los azulgrana un hipotético desempate al final de la fase regular.
El reto es apasionante pero muy complicado ya que el Barça continúa sin dos de sus jugadores clave, Nikola Mirotic y Brandon Davies, y también sin Víctor Claver. Los dos primeros están muy cerca de su reaparición, lo que debe dar un nuevo impulso al equipo. Pero cualquier triunfo que llegue mientras tanto, como el del martes en la pista del también moscovita Khimki (75-87), tiene un valor doble, el de consolidarse en la zona alta de la tabla y el del crecimiento de la autoestima del grupo por demostrarse su competitividad en circunstancias adversas.
Jasikevicius pidió en su momento un paso adelante de otros jugadores para compensar las ausencias y varios jugadores han respondido a su llamada, como Cory Higgins, Nick Calathes o Kyle Kuric. El primero se ha erigido en el gran líder del equipo en ausencia de Mirotic, elevando sus registros en los últimos tres partidos tanto en puntos (de 11,3 a 14,3) como en valoración (de 12,5 a 17,3) y tiros intentados (de 7,9 a 11,6). Calathes, por su parte, también está brillando en la creación de juego (15 asistencias el martes ante el Khimki) y Kuric está explotando como nunca su letal muñeca.
Falta ver si este paso adelante servirá para sorprender hoy al equipo más sólido de la competición, un CSKA con un arsenal inagotable y que contará, en teoría, con una gran ventaja en la zona con Milutinov, Voigtmann, Bolomboy y Shengelia. Las previsibles bajas por lesión de Clyburn y Hackett restan un poco de pólvora a su juego exterior pero Darrun Hilliard y, sobre todo, Mike James son capaces de dinamitar por sí solos cualquier partido. El base se está mostrando imparable en las últimas jornadas, con anotaciones de al menos 20 puntos en los últimos cinco partidos.
“Los dos equipos tenemos bajas muy importantes y es un poco una pena para los aficionados. Nos enfrentamos al mejor equipo de Europa en estos momentos y seguro que será uno de los partidos de más dificultad de toda la temporada”, apuntaba este jueves Jasikevicius, que avisó que “en las últimas semanas el CSKA ha destacado mucho en el rebote”.
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