Con el último capítulo de la Copa aún por escribir, la Real inicia hoy a orillas del Guadalquivir una nueva historia en el torneo del K.O. que en su mano tiene convertir en un relato corto, un viaje a ninguna parte como escribió Fernando
Fernán
Gómez, o en el segundo ‘bestseller’ de la serie protagonizada por un Imanol
Alguacil que sigue dándole valor a una competición que no hace tanto era maldita, una especie de historia interminable de ridículos y desastres que dejaban marcado al club.
Poco o nada se asemejará la aventura que hoy inicia la Real en el Nuevo Arcángel de Córdoba con aquella que comenzó hace un año en la Nueva Balastera de Palencia ante el modesto Becerril. El equipo txuri urdin volverá a pisar el mismo césped en el que hace una semana soñó con poder alcanzar la final de la Supercopa para enfrentarse a un equipo que circunstancialmente transita por la Segunda B, pero cuya plantilla, estructura y potencial se asemejan más a la de cualquier club de Segunda.
Como hiciera en la previa de cada enfrentamiento copero de la pasada temporada, el técnico oriotarra volvió a prestigiar a la competición y al rival. No sólo de palabra, sino con hechos, que es como mejor se demuestran las cosas, ya que en su convocatoria únicamente ha dado descanso a dos futbolistas de los denominados ‘titulares’: Mikel
Merino y Nacho
Monreal. Januzaj y Gorosabel se quedaron en Donostia con distintos problemas físicos.
Y hace bien Imanol en no dar ventajas a un rival que llega en el mejor momento de la temporada después de que a comienzos de diciembre el club diera un giro argumental destituyendo a Juan Sabas para darle el timón de la nave al inolvidable Pablo Alfaro, que en sus seis partidos al frente, cuatro de Liga y dos de Copa, no conoce la derrota y no ha encajado un solo tanto. Albacete y Getafe, sus dos víctimas coperas, pueden dar fe del peligro del conjunto califa.
No es además el antes conocido como El Arcángel un terreno abonado a las alegrías de los txuri urdin, que en sus nueve visitas sólo pudieron llevarse la victoria en una ocasión. Curiosamente también fue un 20 de enero como hoy, pero de 2008, en un partido de Segunda División en el que los pupilos de José
Ramón
Eizmendi vencieron por 1-3 con tantos de Gaizka
Garitano y Díaz de Cerio (2). Cuatro años más tarde, el Córdoba se convertiría en verdugo copero de la Real de Montanier, la misma que meses después celebraría su histórica clasificación para la Champions.
El día de Illarramendi
En aquella Real ya jugaba un Asier
Illarramendi que hoy podría vivir una jornada muy especial. Han transcurrido 509 días desde que el de Mutriku saltara por última vez al césped enfundado en la elástica txuri urdin y el calvario que ha vivido desde entonces apunta a llegar a su fin. Ausente en la exitosa andadura copera del pasado año, Illarra es uno de los nuevos personajes que aparece en esta segunda entrega. Que lo suyo sea o no un cameo dependerá de lo que hoy suceda sobre un césped al que también regresa Aritz
Elustondo tras más de un mes ausente por problemas en las costillas y en uno de sus tobillos. El beasaindarra, que se ha entrenado con normalidad, podría ser incluso titular.
En el Córdoba, Pablo Alfaro ya ha anunciado que hará rotaciones. Ya las hacía en Liga y las extiende a la Copa. El principal beneficiado podría ser un Alain
Oyarzun que, como Illarra, trata de volver a ser protagonista tras dos largas lesiones.
El encuentro, que finalmente se disputará a puerta cerrada, puede servir para que en caso de victoria Imanol
Alguacil establezca el récord de triunfos consecutivos de la Real en la Copa (8) y prolongue un idilio que todavía tiene una cita pendiente en abril, también a orillas del Guadalquivir.
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