Cristiano Ronaldo y su pareja, Georgina Rodríguez están siendo investigados en Italia por haberse saltado las restricciones para frenar la pandemia que rigen en el país transalpino y haber viajado a un balneario en los Alpes para celebrar el cumpleaños de ella. Según informan los medios locales, la pareja se trasladó el martes desde Turín, la ciudad en la que residen hasta un lujoso balneario a unos 150 kilómetros, en la nieve en Courmayeur a los pies del Mont Blanc, en la vecina región del Valle de Aosta para festejar el cumpleaños de Georgina, que ha cumplido 27 años. Allí pasaron un par de días, aprovechando que el delantero de la Juventus no había sido convocado para disputar los cuartos de final contra el Spal de Ferrara que se jugó el pasado miércoles, e incluso, atendiendo a la prensa local, subieron algunas imágenes a sus redes sociales que después borraron. La actual normativa decretada por el Gobierno italiano para limitar los contagios de coronavirus prohíbe los traslados entre dos regiones que se encuentren en zona naranja, como es el caso. Solo se permiten los desplazamientos en contadas excepciones, como por razones de urgencia o para acceder a una segunda vivienda. Sin motivos que demuestren la necesidad de su viaje, la pareja se enfrenta a una multa de 400 euros.
No es la primera vez que la estrella del fútbol termina en el centro de la tormenta por saltarse las restricciones impuestas para frenar la pandemia. El pasado octubre, el jugador viajó desde Italia hasta Portugal para jugar allí con la selección lusa y el traslado de regreso a Turín lo hizo ya contagiado de coronavirus. Él aseguró que había cumplido con todas las medidas de seguridad necesarias en los trayectos tanto en el avión privado primero como después en la ambulancia que lo llevó hasta su lujosa mansión.
Pero el suceso levantó gran polémica y el ministro de Deportes italiano, Vincenzo Spadafora consideró que el jugador había infringido el protocolo italiano cuando abandonó el país transalpino para concentrarse en Portugal. “No debería ir a Portugal”, dijo Spadafora. Cristiano Ronaldo se defendió y protagonizó un cruce de reproches con el dirigente italiano. “Es todo mentira. Hice las cosas bien. Cumplí con todos los protocolos. Y siempre los cumpliré”, respondió inmediatamente en un vídeo emitido en directo en Instagram para sus millones de seguidores. A partir de ahí el tono se fue encendiendo y el ministro acabó acusando al astro del fútbol de tener un comportamiento “arrogante” e “irrespetuoso hacia las instituciones”. “Estos grandes campeones se sienten un poco por encima de los demás. Cuando una persona es muy conocida debería tener la responsabilidad de pensar y ser un ejemplo”, replicó Spadafora en un programa de televisión. El futbolista decidió en ese momento zanjar la controversia: “No me gusta meterme en polémicas y debates. Tengo mi opinión, obviamente, pero habrá otro momento para dar mi opinión sobre lo que está sucediendo”, dijo.
Cristiano Ronaldo pasó la cuarentena que duró casi un mes, hasta que superó el coronavirus, en su casa de Turín. Aunque se perdió la competición, continuó ejercitándose en su gimnasio privado, como él mismo mostró en sus redes sociales. Su familia continuó viviendo en la misma casa, aunque él estaba solo en un piso diferente y no mantuvo ningún contacto con ellos en ese tiempo, para respetar el confinamiento estricto al que debe someterse.
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