En quinta posición del campeonato, clasificado para los dieciseisavos de final de la Europa League y para los cuartos de final de la Copa del Rey, el Villarreal de Unai
Emery camina con paso firme en una temporada en la que el club sueña con poder ganar su primer título. En la entidad groguet, desde luego, han puesto toda la carne en el asador construyendo un proyecto ambicioso en el que no han escatimado en fichajes importantes que le han permitido no sólo aumentar la calidad de la plantilla, sino disponer de un fondo de armario que en las últimas semanas le está permitiendo hacer frente a la plaga de bajas que hace que para recibir mañana a la Real (21.00 h.) el técnico de Hondarribia disponga únicamente de 18 futbolistas.
Ante los txuri urdin no estarán Alberto
Moreno y Vicente
Iborra, lesionados de larga duración tras romperse ambos el cruzado, así como tampoco Juan
Foyth, Mario
Gaspar, Jaume
Costa, Gerard
Moreno y Samu
Chukwueze, que con diferentes problemas no llegan para este partido. También lo tiene difícil la última perla surgida de las categorías inferiores, el canario Yéremi
Pino, autor del gol que le dio la clasificación copera al Villarreal en Montilivi y que tuvo que abandonar el campo lesionado.
Estas ausencias, que en otro club supondrían un auténtico quebradero de cabeza para el entrenador, lo es menos para un Emery que dispone de una batería de recursos casi infinita gracias a los cerca de 40 millones de euros que el club se ha gastado en fichajes. Eso permite que aunque en ataque no estén Gerard Moreno, Chukwueze o Pino, aún tenga en la recámara a Carlos Bacca, Fer
Niño o un Paco
Alcácer que ante la Real podría ser titular por primera vez desde que una lesión a primeros de noviembre le dejara fuera de combate.
Tampoco están en defensa Foyth, Gaspar o Costa, pero aparecen nombres como los de Funes
Mori, Rubén
Peña o Pedraza a los que se suma ahora un Pervis
Estupiñán ya recuperado de su problema en los isquiotibiales.
El principal mérito de Unai
Emery ha sido conseguir formar en poco tiempo un equipo con mayúsculas de todo este buen grupo de jugadores. Sólo así se entiende que el Villarreal únicamente haya perdido dos de los 30 partidos que ha jugado esta temporada entre Liga, Copa y Europa League. La primera derrota llegó en la tercera jornada en el Camp Nou (4-0), un estadio maldito para el técnico de Hondarribia y la segunda en otro campo que conoce bien, el Sánchez Pizjuán (2-0). El resto han sido 17 victorias y 11 empates y su última derrota en La Cerámica se produjo el 13 de julio. ¿Adivinan contra quien? Sí, contra la Real.
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