Los antecedentes que llevaron a Francisco Trincão (Viana do Castelo, Portugal; 21 años) al Barça, hablaban de un filigranista del balón, un extremo determinante que participó en un tercio de todos los goles que marcó Sporting de Braga el curso pasado. “Es un pedazo de futbolista que recuerda a Figo. Se dice que a Cristiano, pero es Figo”, señalaban desde el área deportiva azulgrana, cuando se acometió su fichaje por 31 millones (aunque abaratado con el traspaso de Abel Ruiz en dirección contraria por ocho). “Lo tiene todo para triunfar en el Barça. Calidad y mucho futuro”, opinó Deco, siempre tenido en cuenta por la hinchada azulgrana por su acentuado carácter competitivo. Pero, por el momento, las expectativas chocan de bruces con la realidad, pues Trincão no pasa de actor secundario y difícilmente será titular esta noche ante el Athletic (21.00 Movistar). Desde el club, sin embargo, mantienen que es cuestión de tiempo que se corrija.
Aunque comenzó la pretemporada como un cohete, hasta el punto de que el club azulgrana le negó por tres veces al Leicester su fichaje, Trincão difuminó su fútbol a la hora que empezó la competición. Y así sigue, sin tirar desmarques de ruptura, escaso de un regate que tiene pero no le sale, blando en el choque, poco participativo desde la banda y sobre todo equivocado en muchas de las decisiones que toma con el balón en los pies, también nulo en los metros finales. Mejoró en el último encuentro copero ante el Rayo, de Segunda, pero siguió negado de cara a puerta.
Tanto es así, que en LaLiga ha chutado 13 veces (cinco a puerta) sin premio del mismo modo que tampoco ha repartido ningún pase definitivo, a excepción de ese que, salvando las distancias, recuerda al del Negro Enrique a Maradona en el Mundial del 86 porque Messi, tras recibir, encaró a tres para disparar desde fuera del área. “Le pasa lo que ocurre muchas veces… que le falta un pelo de confianza porque en los entrenamientos sí que le salen muchas más cosas. No es fácil asentarse en el Barça”, señala un jugador del vestuario. “Es joven y todavía debe saber elegir las situaciones de conducción, pero tiene más carácter que Coutinho y no se da por vencido. Además, trabaja muchísimo y desde el cuerpo técnico tienen claro que le dará la vuelta a la situación”, reflexiona un trabajador de la ciudad deportiva.
Rebasado sin discusión por Messi y Fati de inicio, Trincão perdió pujanza ante Griezmann y Dembélé, también frente a Braithwaite. Pero no será por oportunidades porque es uno de los cinco jugadores que ha estado en las 29 convocatorias del Barça junto a Pedri, Griezmann, Pjanic y Neto. Además, ha participado en 25 partidos, por más que solo haya sido titular en seis (nunca en LaLiga como le sucede a Riqui Puig y Matheus Fernandes) y solo haya completado el duelo europeo ante el Ferencvaros. Así, suma 810 minutos, con 16 jugadores por delante. Evidencia clara de que Koeman lo considera como un revulsivo. Pero no funciona como tal.
Iniesta como precedente
Contabiliza 16 partidos de suplente y tres sin jugar en LaLiga. Un caso que recuerda al de Iniesta en la temporada 2004-05, cuando llegó a 13 suplencias seguidas con Rijkaard en el banquillo. Por entonces, el de Fuentealbilla pedía paso a gritos con 20 años y sumó dos asistencias en los ratos que jugó, por más que sí transmitiera mucho más fútbol y temple que Trincão, quizá porque era de la casa y porque como él hay pocos.
“Con su trabajo y dedicación, Trincão lo conseguirá. Está centrado y sabe que Koeman cuenta con él como hace con los jóvenes”, señalan fuentes del área deportiva. “Puede hacerlo, se lo tiene que creer”, le animan desde el vestuario. “Es un reto que quiero lograr. Intento hacer mi trabajo y ayudar al equipo sea con goles o asistencias. Con el tiempo, todo va a salir bien y voy a hacer muchos goles en el Barça”, respondió Trincão en diciembre. Pero asoma febrero y no pasa de ser un secundario.